27 febrero 2017

Accidentes, accidentes... *

* Tomado de Aviation Voice, con mi edición y traducción.

Podemos admitir que los viajes aéreos se han convertido en algo al alcance de casi todo el mundo; y también que los fabricantes de aeronaves han hecho todo lo posible por satisfacer la creciente demanda y convertir nuestros vuelos en algo tan seguro como fuera posible. Desgraciadamente, desde el primer vuelo en 1903, la historia de la transportación aérea ha registrado más de mil accidentes fatales. Aun aceptando que el viaje aéreo sea la forma más segura de transporte, los accidentes aéreos todavía ocurren y tienen por lo general fatales desenlaces. El más trágico cobró la vida de casi seiscientas personas.

Aquí presentamos un recuento de las tragedias más conocidas. Como bien se sabe, una aeronave es una combinación de diferentes sistemas modernos impulsada por poderosos motores; sin embargo, todavía no puede despegar y aterrizar sin un piloto que esté a bordo. A veces un pequeño error cometido mientras se opera uno de estos enormes aparatos puede ocasionar catastróficas consecuencias. Por lo mismo, los factores humanos han participado en las causas del 93 % de los accidentes aéreos. Esta vez les comentamos de los ocho accidentes con más fatalidades en la historia de la aviación:

8. Fuerza Aérea Iraní - 275 muertos. El 19 de febrero de 2003 un avión que transportaba tropas en una misión con carácter desconocido, se estrelló en malas condiciones meteorológicas contra una montaña de 4.000 metros, cerca de Kerman, no hubo sobrevivientes.

7. Irán Air, vuelo 655 - 290 muertos. Sucedió durante la guerra Irán - Iraq en el verano de 1988,  por una mala interpretación en las comunicaciones. El portaaviones USS Vincennes, que operaba en el Golfo Pérsico, derribó con un misil a un Airbus A300 que volaba entre Dubai y Teherán. Los Estados Unidos no admitieron su error y ni siquiera ofrecieron una disculpa a las familias de los 290 pasajeros que estuvieron a bordo. Sin embargo, el gobierno americano pago casi 62 millones de dólares en compensaciones.

6. Saudía, vuelo 163 - 301 muertos. En agosto de 1980 un Lockheed L-1011 que se dirigía a Jeddah, hizo una parada en Riyadh. Poco después del despegue se presentó un incendio en el compartimento de carga. Los pilotos decidieron regresar e hicieron un aterrizaje de emergencia. Por desgracia, todos los ocupantes fallecieron por inhalación de humo antes que los bomberos pudieran llegar. Parece que el fuego empezó por la presencia de cocinetas de butano utilizadas por peregrinos musulmanes, debido a sus restricciones de dieta. Desde el accidente la aerolínea ha prohibido su transportación pero igual la gente los lleva para preparar té.

5. Air India, vuelo 182 - 329 fallecidos. En junio de 1985, una bomba explotó a 31.000 pies a bordo de un Boeing 747 que volaba entre Montreal y Londres. El avión cayó en el Atlántico cerca de las costas de Irlanda. Fue la primera bomba contra un 747 y el mayor asesinato en masa en la historia canadiense. Fue el ataque terrorista con mayor número de fatalidades involucrando a un avión hasta los ataques del 11 de septiembre.

4. Aerolíneas Turcas, vuelo 981 - 346 muertos. En 1974 el avión volaba de Estambul a Londres con una parada intermedia en París. Sin embargo, el Douglas DC-10 no llegó a su destino y se estrelló en un bosque en las afueras de París. Todos los 346 ocupantes perecieron. La causa fue por descompresión pues un maletero marroquí no pudo interpretar unas instrucciones de embalaje que estaban en inglés. Un seguro explotó en medio vuelo y afectó a los controles del avión. De acuerdo con algunas fuentes, todavía representa el cuarto accidente más fatídico de la historia de la aviación; es el mayor que involucre a un DC-10; el segundo sin sobrevivientes; el mayor ocurrido en Francia y el segundo peor en Europa.

3. Charkhi Dadri, choque en vuelo - 349 víctimas. Fue el resultado de una colisión en vuelo entre un Boeing 747 de Arabia Saudí y un IL-76 de Kazakhstan Airlines. El choque ocurrió a 60 kilómetros de Delhi. El avión de Kazakhstan cambió de altura sin permiso, como resultado lastimó el ala del Boeing 747. La investigación reveló el mal inglés del piloto de Kazakhstan.

2. Japan Airlines, vuelo 123 - 520 muertos. El 12 de agosto de 1985, doce minutos luego del despegue, un Boeing 747 sufrió una descompresión explosiva y se estrelló 32 minutos más tarde a 100 kilómetros de Tokyo dejando solo cuatro sobrevivientes. La explosión fue ocasionada por una reparación defectuosa realizada por Boeing luego de un golpe en la cola, durante un aterrizaje, siete años atrás. Es el peor accidente que involucre a un solo avión, el peor en el Japón y el segundo más fatal entre los del Boeing 747.

1. Desastre de Tenerife - 583 muertos. Este terrible y absurdo choque se produjo en 1977 en el aeropuerto de Tenerife. Casi 600 personas perdieron sus vidas como resultado de una colisión entre dos aviones durante el despegue. Esta historia trágica involucró a dos Boeing 747 pertenecientes a KLM y Pan Am. Ambos aviones se encontraban en Tenerife pues habían sido desviados por culpa de un ataque terrorista ocurrido el día anterior en Gran Canaria. Los aviones se encontraron entre sí en baja visibilidad y no pudieron evitar la colisión.

De acuerdo con el reporte oficial, la investigación reveló que la causa fue la decisión del capitán de KLM de despegar sin autorización del control de tráfico aéreo. El piloto creía haber sido autorizado debido a un malentendido entre la tripulación y la torre de control. Este es el peor accidente de la historia de la aviación.

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24 febrero 2017

Defecto o selección automática?

He leído este último martes, en el diario El País de España, un interesante artículo relacionado con la dieta mediterránea. Se refiere al pernicioso efecto que pudiera tener la ingestión de pan blanco en nuestra dieta alimenticia. Como sugiere el título de la nota periodística, ingerir cualquier tipo de pan blanco, aquel elaborado con harinas refinadas, equivaldría a tomar una dosis de glucosa directamente. "Conviene saber -dice el médico entrevistado- que la harina es fundamentalmente un almidón, y que nuestro cuerpo es super-eficiente transformando el almidón en azúcar".

No obstante, lo que me ha llamado la atención es algo que ha expresado el médico entrevistado. Esto ha sucedido cuando el facultativo ha manifestado que no existen estrategias adecuadas de salud pública para construir una sociedad más sana; así es como en los sitios públicos
, ha indicado el galeno, bien pudieran, como ejemplo, ofrecernos pan integral "por defecto" y no, como se hace ahora, pan blanco en lugar del pan antes recomendado. Conjeturo que el especialista tradujo directamente del inglés y dijo "por defecto" en lugar de "by default" que, dicho sea de paso, es una de esas maneras inglesas de expresarse que no siempre tiene una exacta traducción cuando se compara con el español.

Para empezar, "default" es ya de por sí una palabra que tiene diversos y hasta contradictorios sentidos en esa lengua sajona. Si alguien incumple una obligación crediticia, no asiste a una citación judicial o se hace cargo de una posición que requiere reemplazo porque ha sido abandonada (la presidencia de un club, por ejemplo), se dice que se encuentra en "default" o "by default". No obstante, cuando más se utiliza la palabra, es para identificar algún tipo de parámetro que es utilizado en el mundo de la automatización, o de la tecnología, para indicar que algún modo o ajuste (“setting”) ha sido escogido directa y automáticamente por el sistema, como consecuencia de su propio diseño.

Esto sucede, por muestra de ejemplo, cuando el ordenador escoge un tipo de letra (font) sin que haya existido selección previa por parte del usuario. Como se advertirá, y en relación con lo expresado por el entrevistado al que hacemos referencia, resulta inapropiado -e inclusive contradictorio- utilizar la expresión "por defecto" cuando la idea es expresar el mismo sentido de "by default". En la mayoría de los casos sería preferible decir "por diseño" o (aunque suene más largo) "por selección automática". En cuanto al ejemplo del pan blanco, arriba mencionado, quizá lo más adecuado sea referirnos a ello con la expresión "por costumbre". Nótese, en este último caso, cómo cambia radicalmente el sentido de lo que se quiere decir si se emplea "por defecto"... Es más, creo que ni siquiera se logra entender cuál es el sentido que quiso tener la oración.

En el mundo moderno, hoy en día, existe un sin fin de conveniencias o artilugios (creo que, sin querer, estoy traduciendo literalmente "conveniences" y "features") que han sido asignados para nuestro uso y comodidad como consecuencia de la bondad de la arquitectura del diseño; adviértase, por ejemplo, cómo las luces se apagan con solo retirar la llave del coche (antes se hubieran quedado prendidas, con la consecuente descarga de la batería) o cómo el seguro de las puertas se activa con tan sólo encender el motor del vehículo. Estos asuntos pasan no "por defecto" ni "por costumbre", sino simplemente por la arquitectura del diseño.

La palabra "defecto" implica, por otra parte, más bien algo erróneo o equivocado; insinúa una cierta carencia o irregularidad; algo que no está bien, que se debe corregir. No es, por lo mismo, la palabra que posee el sentido de lo que queremos expresar cuando se trata de traducir la expresión inglesa de "by default". Por eso, cuando en casos como este, surge una duda o inquietud, prefiero consultar el diccionario Merriam-Webster; sólo hace falta teclear las primeras letras y la aplicación se hace cargo del resto. Y creo que todo pasa "by default"...

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21 febrero 2017

Sensación de fraude

Hiede! Hay un tufo rancio y nauseabundo que pulula por doquier. Fucha, qué espantosa fetidez! Pero, lo que más molesta no es aquel efluvio pestilente, lo que asombra e inquina es cómo lo han hecho; la forma tan torpe y tan burda. Hoy, en un mundo de tanto avance e impensables adelantos de la tecnología, lo que nos descompone es comprobar la estulticia y la chambonada con que lo hicieron, la estupidez con que actuaron. Es el chapucero reino de la más desprolija y absurda estolidez. Es que… no se puede aceptar ni comprender!

Pocas horas luego de terminados los comicios, varios testimonios gráficos dan cuenta de la evidente sustracción de actas electorales y de su posterior reemplazo por nuevas actas adulteradas, como parte de un esquema obtuso y fraudulento. El episodio se ha repetido en distintos lugares del país; son paquetes que contienen actas encontradas en basurales, lo que solo puede significar una cosa: las actas auténticas, las verdaderas, las que contenían el símbolo de la voluntad de la gente, fueron en forma vergonzosa suplantadas con otros ficticios documentos que fueron fraguados con aviesa intención.

Y es que… ¿qué podía esperarse de un organismo que, lejos de actuar sin favoritismos e imparcialidad, estaba integrado por simpatizantes de quien ha dicho en forma recurrente que es el jefe de “todas” las funciones del Estado? ¿Qué podía esperarse de una entidad que estaba constituida en su totalidad por simpatizantes del régimen y que, como es fácil presumir y sospechar, iban a actuar con tendenciosa preferencia cuando se requiera de su juicio imparcial a la hora de responder a la confianza de la mayoría del país? Porque, ¿qué esperábamos, si el juez ya tenía un criterio anticipado, si podía ser fácilmente influenciado? Recalco, ¿qué podíamos esperar como país?

Claro que también es probable que el intento de estafa no haya sido fruto de una maniobra oficial; en otras palabras, que aquellas muestras de indócil pillaje, que se han denunciado por todas partes, no hayan sido sino traviesos y mostrencos gestos desesperados de unos pocos y aislados representantes de una facción que nunca debió actuar en forma tal que no haya podido ser supervisada. Era esa diligencia -y esa garantía- la que la ciudadanía estaba convencida que era lo mínimo que debía procurarnos la autoridad electoral.

Ya se sabía que la cancha estaba inclinada; pero, por lo mismo, por básica delicadeza, por un elemental sentido de integridad (y por qué no decirlo, hasta por guardar las apariencias o por la imagen internacional, y hasta para refregar en la cara a todos aquellos que siempre manifiestan sus sospechas), el Comité Nacional Electoral estaba en la obligación de depurar sus métodos y protocolos para evitar que estas irregularidades sucedan. Bien vale aquello conocido de que “en el arca abierta el justo peca”. Por eso precisamente, lo que se temía parece que sucedió. Fue resultado de poner al ratón a cuidar del queso!

Mientras tanto, la gente ha empezado a expresar su inquietud y rechazo, al comprobar que no se han entregado con la debida oportunidad los resultados definitivos. Es más, basados en los resultados estimados a boca de urna y en el conteo proporcionado por una entidad confiable, como es Participación Ciudadana, la gente esperaba que se confirme aquello de lo que se hallaba persuadida: que estaban ya definidas unas claras tendencias y que pronto se confirmaría un parecido resultado por parte de la autoridad electoral.

Mas parece que esa voluntad y predisposición no constituían la principal preocupación del organismo en referencia; ha quedado claro que no gozaba de autonomía y menos de imparcialidad. Lo que ahora se observa es un claro ambiente de confusa provocación, la ciudadanía se encuentra en las calles expresando su inconformidad e indignación. Es que ella no quiere resultados amañados, fabricados con remiendos y al apuro, maniobras desesperadas y espurias, apuntaladas en el compromiso político o la urgencia. En suma, el retorno a aquel método del pasado que ya se creía olvidado, aquel de “avisa cuántos votos hacen falta para enviarte”. Y todo, entre gallos y medianoche…

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17 febrero 2017

Corrupción sin fronteras

Causa alarma, en nuestros días, el efecto que produce la corrupción en el mundo financiero, en especial el que tiene que ver con aquellas negociaciones (léase negociados) que se efectúan con empresas estatales o instituciones públicas. Este cáncer produce estragos en todas las latitudes, tanto en las naciones pobres como en las ricas; tal parece que las cifras millonarias que se manejan no pudieran tratarse sobre una mesa, sin que exista de por medio algún tipo de soborno, sobreprecio o impúdica retribución. Claro, la industria aeronáutica no ha podido quedar afuera. También se ha contagiado de la lepra de la corrupción.

Como muestra de ejemplo, esta semana la revista aeronáutica AeroTime dedica su artículo principal a la preocupante situación financiera de la compañía Rolls-Royce, hasta hace poco vigorosa y prestigiosa fabricante de motores de aviación del Reino Unido. Anuncia la publicación que las pérdidas de la empresa británica para el año 2016, fueron de casi seis billones de dólares; siendo uno de los principales culpables, las multas que debió erogar la empresa como consecuencia de las acusaciones de soborno que ha tenido que enfrentar.

El monto principal de las pérdidas de la compañía inglesa se debe a los efectos de la salida de Gran Bretaña del mercado europeo, el Brexit, asunto que no es sino consecuencia de los prejuicios y recelos nacionalistas que, en un mundo globalizado, todavía puede aupar aquella otra lacra insensata, la del populismo. Efectivamente, desde el referéndum de fines de junio del año pasado, el valor de la libra esterlina en relación al dólar se ha depreciado en forma significativa, por lo que Rolls-Royce ha reconocido que debe efectuar un ajuste importante en sus libros de cuentas a futuro a objeto de equilibrar sus costos financieros.

Los negativos resultados de la empresa están afectados por las multas, por 840 millones de dólares, que tuvo que enfrentar por "acuerdos convenidos" con las autoridades fiscales, en conexión con actos de corrupción que involucraron a intermediarios de diversos mercados internacionales. De todas maneras, sin contar con estos sobornos y los efectos del Brexit, la empresa reportó una reducción en las ventas de un 2% en el 2016, lo que representa una reducción en sus utilidades, antes de pago de impuestos, superior al billón de dólares.

De acuerdo con su máximo ejecutivo, Rolls-Royce espera recuperarse con la venta posterior de motores Trent, utilizados en los aviones de gran capacidad; pero, sobre todo, aplicando recortes financieros con nuevas políticas de austeridad y, lo que es más importante, "reforzando cambios culturales y de comportamiento para asegurar que una verdadera transformación sea conseguida y se recuperen los anteriores estándares de conducta. Todo esto es esencial implementar si se quiere volver a contar con la confianza del mercado”.

Por curiosa coincidencia, la misma publicación también comenta del reclamo del sindicato de Thai Airways a la administración de la empresa. Los empleados han debido acudir al Primer Ministro para que intervenga respecto a las prácticas de corrupción de la compañía. Los hechos cuestionados incluyen la prematura dada de baja de algunos aviones de la flota y el mal uso de fondos para la rehabilitación de la empresa hacia el final de la década pasada. Además de los sobornos de la empresa Rolls-Royce.

Este último escándalo, el de los sobornos del fabricante, comprometería también a ejecutivos de distintas aerolíneas de otras naciones asiáticas. Por el momento, la Oficina de Prevención de Fraude del Reino Unido ha detectado casos de soborno que incluyen a países de distintas regiones alrededor del mundo, como Tailandia, Indonesia, India, Rusia, Nigeria, China y Malasia. Se aduce que sólo en Tailandia el fabricante habría "repartido" a los intermediarios casi 20 millones de dólares para asegurar la venta de sus motores T800.

Estas prácticas deshonestas no sólo afectan la economía de las líneas aéreas y de los estados, constituyen un estado de podredumbre que, sin ser nuevo, ha creado la inaceptable convicción de que no hay otra forma de acordar un precio justo y adecuado en el mundo contractual. Claramente es un asunto de integridad. La pregunta clave es quién le pone el cascabel al gato... No hay duda que se trata de un purulento camino de doble vía -cenagoso, putrefacto y fétido-: pues hay tanta corrupción en el que propone como en el que exige!

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16 febrero 2017

Números y simetrías

Hace pocos meses analizábamos el curioso "comportamiento" que tienen los números (revisar mi entrada "Por siempre jamás", de 10 de mayo de 2016). No hay duda que dicho comportamiento se caracteriza por una extraña simetría. Les participo aquí una muy entretenida selección de distintas secuencias que responden a un inesperado desempeño. La he recibido como parte de uno de esos ocasionales mensajes que nos envían los amigos. Quizá el tener que soportar una enorme cuota de información trivial sea el precio que tenemos que pagar para obtener, como contrapartida, información así de interesante…  Júzguenlo por ustedes mismos:

1 x 8 + 1 = 9
12 x 8 + 2 = 98
123 x 8 + 3 = 987
1234 x 8 + 4 = 9876
12345 x 8 + 5 = 98765
123456 x 8 + 6 = 987654
1234567 x 8 + 7 = 9876543
12345678 x 8 + 8 = 98765432
123456789 x 8 + 9 = 987654321

En esta primera secuencia, se trata de números seguidos en sentido ascendente que al ser multiplicados por ocho y añadidos al último del multiplicando dan como resultado una secuencia decreciente que empieza con nueve y contiene igual número de dígitos que la cifra del sumando final.

1 x 9 + 2 = 11
12 x 9 + 3 = 111
123 x 9 + 4 = 1111
1234 x 9 + 5 = 11111
12345 x 9 + 6 = 111111
123456 x 9 + 7 = 1111111
1234567 x 9 + 8 = 11111111
12345678 x 9 + 9 = 111111111

Esta involucra números seguidos multiplicados por nueve y sumados al número que sigue en la secuencia del multiplicando. La respuesta es igual a un número compuesto sólo por unos, igual en número de dígitos al sumando final.

9 x 9 + 7 = 88
98 x 9 + 6 = 888
987 x 9 + 5 = 8888
9876 x 9 + 4 = 88888
98765 x 9 + 3 = 888888
987654 x 9 + 2 = 8888888
9876543 x 9 + 1 = 88888888
98765432 x 9 + 0 = 888888888

En esta otra el resultado es siempre ochos. El número de dígitos del resultado final es la consecuencia de restar el sumando
de nueve.

1 x 1 = 1
11 x 11 = 121
111 x 111 = 12321
1111 x 1111 = 1234321
11111 x 11111 = 123454321
111111 x 111111 = 12345654321
1111111 x 1111111 = 1234567654321
11111111 x 11111111 = 123456787654321
111111111 x 111111111 = 12345678987654321

Fíjese en esta última: reconozca el número de unos del multiplicando o multiplicador y póngalo como dígito central en la secuencia del resultado, el mismo que debe tener primero sentido ascendente y luego descendente.

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13 febrero 2017

Encuentros cercanos del tercer tipo

Son las tres de la mañana, ha empezado a llover y tengo que reconocer que no he podido dormir toda la noche. Me he desvelado otra vez. Ha sido la combinación de siempre: un par de tragos y un inocuo pero bien cargado café expreso. Es esa una nada secreta pero fatídica receta; me doy y me doy la vuelta y reconozco que ya no podré dormir. Inevitable tratar de entretenerse, sin hacer ruido, haciendo algo como leer algo interesante. Ineluctable también ponerse a pensar en las opciones que los demás escogen a su modo para vivir mejor, que ellos escogen para buscar su propia felicidad.

Pienso, a manera de ejemplo, en una mujer que conocí un día en Ciudad de México. Había nacido en Costa Rica pero se sentía mejicana, su nombre era María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lozano, Chavela para los amigos, muchos la conocían por su mote artístico: La dama del poncho rojo. Hizo famosas a muchas melodías de José Alfredo Jiménez que las cantaba con un estilo solemne y esa su voz única (¿qué voz no lo es?). La suya era una voz áspera, demasiado ronca. Imposible no definirla como varonil...

De niña había sufrido de poliomielitis. Había sido amiga de Frida Kahlo y de gente famosa como Pablo Neruda, Agustín Lara, Cantinflas o Picasso. Un poco tarde, y ya octogenaria, confesó públicamente lo que siempre había sido: era lesbiana. Lo había reconocido, así como si nada, como quien solo habla del clima, algo que la gente quizá siempre había intuido o sospechado, que su voz astringente le venía espontánea, que le salía natural. Ello nunca fue óbice para que hiciera famosas a canciones como La llorona, Piensa en mí, Tú me acostumbraste, Las pequeñas cosas o Un mundo raro.

Pienso también en quien un día fue un hombre bien parecido y un famoso futbolista galés, se llamaba Gary Speed, quien, a pesar de su nombre, no era ni muy técnico ni tampoco muy rápido, pero que cumplía su función de mediocampista con eficiencia y pundonor a entera cabalidad. Lo conocí en mis tiempos de Singapur como integrante del Newcastle United y un buen día (perdón por la frase hecha, porque ese día nada pudo tener de bueno), cuando ya había dejado de jugar y era entrenador del seleccionado de Gales, supe que había tomado una decisión triste e inesperada: se había suicidado. Parece que atravesaba una fuerte depresión.

Son más de cinco años de su muerte. Su esposa comentó días después que la noche anterior habían discutido… habían estado "hablando de cosas" (?). Ella entonces había preferido salir a tomar un paseo en su coche, había "salido a tomar un poco de aire". Al regresar a casa, ya pasada la medianoche, había encontrado la puerta cerrada. Como había olvidado la llave, había preferido dormir en el automóvil para no despertar a nadie. A la mañana siguiente optó por usar la puerta del garaje para entrar en la casa y pudo ver desde una claraboya lateral que su esposo pendía colgado de una cuerda de esparto. "Parecía", sí parecía, que se había suicidado.

No fue exactamente eso lo que dijo más tarde el inspector de policía. En el ánimo de no hacer olas o de honrar la memoria de un hombre querido y respetado por todos, prefirió decir que era probable que se hubiera ahorcado accidentalmente, o sea "sin querer". Más tarde los tabloides insinuaron algo de su posible y lamentable depresión, e incluso de su probable sexualidad.

Un día en París, alguien me encomendó una delicada asignatura. Ese alguien tenía la incómoda sospecha de que un querido familiar no era heterosexual. Me encargó que conversará con él para preguntarle si es que “era o no era". Si no, para que advirtiera cómo los demás lo percibían; o si sí, para que buscara, a su manera, su felicidad; pero que supiera hacerlo con cierta discreción.

Nada hay peor en la vida que tratar de ser feliz con los valores ajenos; con la sola excepción de tratar de que los otros sean felices con nuestros valores o creencias, sin advertir que su felicidad y su vida son cosas suyas, que no pueden ser objeto del escrutinio de los demás. Ortega y Gasset decía aquello de que "el hombre es él y sus circunstancias"; nunca sabemos cuáles son las circunstancias de los otros, cuál es su situación particular. Hay circunstancias que nunca pudimos escoger, como la raza, la lengua o la nacionalidad...

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10 febrero 2017

Rivalidades deportivas

Ayer nomás se enfrentaban el Leicester City con el Derby County en un partido por la FA Cup (Football Association Cup), el torneo más antiguo, y tal vez más prestigioso del fútbol británico. No digo inglés, con intención, porque también participan equipos de Gales; antiguamente también tomaban parte equipos de Escocia e Irlanda. Esta es una competencia de eliminación directa entre equipos de un grupo enorme de clubes asociados, se juega por sorteo y se lo hace en la cancha del equipo de menor ubicación en el escalafón deportivo. En caso de empate se juega un segundo partido en la cancha del que tenga mejor ranking. La Copa se ha disputado por casi ciento cincuenta años.

Sucede que esta vez el Derby (los ingleses pronuncian Darby) jugaba un partido clásico contra el Leicester (se debe pronunciar Lester y no Leister o Leicester como lo hacen ciertos locutores deportivos). Quiere decir que el Derby jugaba un "derby" contra su tradicional rival, el Leicester City. No hay que olvidar que el Leicester dio una sorpresa el año pasado: ganó el campeonato de la Premier League, realmente el torneo profesional más importante y atractivo del fútbol inglés, lo hizo el mismo año en que había logrado su acenso al grupo de élite del torneo insular, actualmente el de más amplia cobertura que existe en el mundo.

Aquí es oportuna una breve digresión explicativa. En inglés no se usa la palabra "clásico" para referirse a una vieja y tradicional rivalidad deportiva entre dos equipos de un mismo lugar o país; tal condición se conoce como "derby". Es lo que se consideraría si jugaran Barcelona con Real Madrid, River Plate con Boca Júniors, Flamengo con Fluminense o, para ponerlo en un plano de menos jerarquía: nuestro Barcelona contra el Emelec.

Tanto Leicester como Derby son pequeñas ciudades ubicadas en el centro de Inglaterra, se encuentran hacia el nor-oriente de Birmingham (allí también hay otro clásico, entre el Birmingham y el Aston Villa), en un lugar equidistante entre Manchester y Londres. No es improbable que esa tradicional rivalidad, la que mantienen el Derby y el Leicester, deba su nombre al apelativo del primero de los dos, el mismo que, a pesar de ser un equipo de "pueblo chico", llegó nada menos que a campeón de la FA Cup luego de la Segunda Guerra. Leicester, su encarnizado rival, ha debido contentarse con el subcampeonato en cuatro ocasiones diferentes.

Arsenal y Manchester United son los equipos que más veces han ganado la competencia. Los dos han sido doce veces campeones y, por rara coincidencia, ambos han obtenido el subcampeonato en siete oportunidades distintas. Por lo general el torneo es dominado por los principales equipos que conforman la Liga Premier, pero también ha habido ocasiones en que la copa ha sido entregada a equipos de las divisiones inferiores. Este es justamente su gran estímulo y atractivo: la posibilidad de que equipos con una humilde historia o un muy bajo -y aun desconocido- palmarés, se hagan con el prestigioso trofeo.

Esto del "derby" es un término que se usa también para señalar una rivalidad tradicional entre dos equipos en otros deportes. Es más, así es como se llama a las carreras especiales y clásicas en una entretención cuasi deportiva, como es la de las carreras de caballos. Este es el caso del Derby de Kentucky, el mismo que se celebra anualmente el primer sábado de mayo entre potros y capones (o potrancas) de tres años de edad y en carreras de dos kilómetros. Se dice que son "los dos minutos más fascinantes del deporte en el mundo".

En cuanto a por qué se dice “derby”, se cuenta que el nombre se inició en Inglaterra en un lugar conocido como Ashbourne, ubicado en Derbyshire, se trataba de una competencia entre los equipos de dos riberas opuestas, que jugaban a algo "brusco", una mezcla de fútbol y rugby. Sin embargo, chismea la enciclopedia que la fuente es algo más prosaica: la primera carrera de caballos habría sido bautizada con ese nombre en 1780 por el Conde de Derby, y desde entonces se lo ha venido usando para referirse a cualquier tipo de competencia. Sobre todo para las que involucran a dos equipos de un mismo lugar de origen.

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07 febrero 2017

Entre el búho y la raposa

Vivo en el campo, o casi. La mía es una casa solariega ubicada hacia el final de una pequeña urbanización cerrada. No quiero decir privada, por temor a que se de a mi confesión una interpretación equivocada, algo que tuviere la impronta de un reclamo de exclusividad. La casa es bonita, está bien construida (de esto no tengo duda), pero el mérito no es mío, o si se prefiere nuestro, tanto el diseño como la selección de sus materiales se lo debemos al anterior dueño, uno de esos hombres meticulosos con el detalle, un perfeccionista, uno de esos hombres que ya no se ven en la vida. Un hermano de mi mujer.

Y los jardines son amplios y frondosas las arboledas; regalan su sombra los arupos y los nogales, los eucaliptos de diverso tipo y uno que otro azulino jacarandá. Afuera reina el silencio, casi puede decirse que jamás se avecina un vehículo, los mastines se inquietan cuando se percibe un ruido ajeno a la vecindad. Ellos, los mastines, han declarado una guerra sin tregua al camión recolector de desperdicios que, un día por medio, realiza su recorrido para cumplir con su metódica gestión. El perruno griterío no cesa hasta que los buenos hombres no han concluido su puntual y madrugadora operación.

Existen dos tempraneros testimonios que preceden al rayar del alba, son los infaltables ruidos que provocan un empecinado búho y algún inquieto marsupial. Al ave nocturna no la hemos podido avistar nunca, pero jamás falta, cada mañana, ese como desasosegado quejido, que es la huella de su escondida presencia en uno de los árboles de nogal autóctono que se arriman al ventanal del dormitorio principal. Digo bien, su canto es como un diapasón que ha acelerado su ritmo, pero su música es cual ominosa queja que contagia con la melancolía de su intención.

El otro ruido tiene un carácter perentorio, es ese modo impreciso y vacilante que suelen tener los desplazamientos asociados con la clandestinidad. Es el correteo apresurado e indeciso que identifica a la inquieta zarigüeya. Ella vive en la parte alta de los árboles, pero su tránsito requiere de ocasionales desplazamientos diagonales sobre el irregular ondulado de nuestros tejados. Quien escucha tiene la impresión de que el sonido, que al moverse emite el marsupial, solo denuncia una intención persecutoria, cuya urgencia no requiere ser disimulada.

Pero no hay que confundir a la zarigüeya con el pericote o la rata de campo. La raposa es un grácil animalito de mejor presencia, su piel no es hirsuta y se distingue por el jaspeado de sus llamativas tonalidades. Además, no se debe olvidar que se caracteriza por disponer de una bolsa ventral o marsupio (de ahí el nombre de marsupial) donde protege y anda a cargar a sus crías. Hay quienes la conocen como zorrillo. En Colombia su nombre vulgar es el de chucha.

Algunas personas creen que tanto el búho como la raposa son perjudiciales o que propician la mala suerte. Sin embargo, uno y otro pueden ser no sólo inofensivos e inocuos sino todo lo contrario. El búho ha sido considerado por la gente como símbolo ominoso o como un agente que atrae la mala fortuna, pero no pasa de ser miembro de una especie solitaria que emite con su canto una nota de melancolía. En cuanto a la raposa, su presencia da cuenta de pequeños parásitos y alimañas que pudieran ser perjudiciales en nuestros hogares.

Pero hay otro tipo de sonido que incomoda a cualquier hora de la noche, no sólo en las calladas horas de la madrugada; se trata de un sonido sutil, casi siempre imperceptible pero harto fastidioso, aquel que anuncia los mensajes de texto. Hoy por hoy se envían mensajes por el mero prurito de hacerse presente, por la sola manía de cumplir con aquello de también hacerlo. Pocos han caído en cuenta de lo perjudicial y peligroso de convertir la comunicación en algo trivial.

Me pregunto si en esta forma de trivialidad también pensó Hannah Arendt cuando propuso su teoría de los efectos de las acciones aparentemente inocuas, aquella de la banalidad del mal...

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