18 octubre 2024

Cosas que voy aprendiendo… (2)

Continuando con lo explicado en la anterior entrada, he de referirme a otras incorrecciones que considero más frecuentes en nuestra habla del día a día; mi propósito no es el de criticar –y menos, “enseñar” cómo se debe decir o escribir–, mi intención es resaltar las fallas que se me antojan como más comunes a objeto de propiciar una provechosa reflexión:

     Conjugación incorrecta del verbo “haber”

 

A este respecto, la Academia y sus textos prescriben lo siguiente: «Aunque el sentido común nos lleva a hacer concordar el verbo con la cantidad (las personas hicieron), el verbo “haber” es una excepción. En este sentido, cuando el verbo “haber” denota personas o cosas se vuelve impersonal (no indica tiempo, persona, ni género). Debe conjugarse en la tercera persona del singular, aun cuando vaya acompañado de cosas o personas en plural. Ejemplo: “no hubo problemas para entrar al recital”, “hubo disturbios”, “hubo muchas personas”». Existe, a este respecto, una regla fácil de recordar y aplicar: cuando haber significa existir, no tiene plural.

 

     Concordancia de género y número cuando usamos “el cual”, “la cual”

 

Acabo de leer un interesante artículo de Jaime Durán Barba que me ha llegado; lleva por título Qué es la estrategia. Durán es muy cuidadoso a la hora de redactar, por lo que estoy seguro que solo se trata de un error de edición, un simple gazapo, pero creo –sin que él se hubiese propuesto, ni yo intente criticarlo– que un poco refleja algo que, por una razón misteriosa, se fue haciendo excesivamente común a la hora de usar especialmente la expresión “por la cual”. Alguien está hablando de un inconveniente o de un problema (nótese el masculino), y hasta expresa que se ha(n) elevado “el”(los) reclamo(s), para luego continuar: “por ‘la cual’, deseo solicitar…” Similar construcción incorrecta es la que encuentro en el artículo de marras: «Quedan para mis cursos materiales como el debate con Sergio Massa, en la que Milei jugó de víctima». Debía decirse “como el debate… en el que”.

 

     Dequeísmos

 

Me limito, a este respecto, a citar los comentarios y recomendaciones de las instituciones relacionadas con la perceptiva correspondiente. Espero que les sean de utilidad:

 

1.- El error más frecuente es lo que se conoce como dequeísmo. Consiste en colocar delante del nexo “que” indebidamente la preposición “de” cuando esta sigue a un verbo que suele ser de significado sensorial (oír, ver, etc.), de pensamiento (considerar, convencer, creer, opinar, pensar, recordar, etc.), o de comunicación (comentar, decir, etc.)… Para estar seguros de si se puede o no se puede poner la preposición “de” podemos hacer la siguiente prueba.

 

1.1.- Sustituir el sector que empieza con “que” por el pronombre “eso”. En la oración «Sus hijos les dijeron que regresaran», si hacemos la prueba de sustituir el sector «que regresaran» por el pronombre demostrativo “eso”, observamos que tiene sentido sin la preposición de: «Sus hijos le dijeron eso»; en ese caso no hay que poner tal preposición.

 

1.2.- Por el contrario, si al sector que comienza por el nexo “que” lo sustituyéramos por el pronombre eso y no tuviera sentido, entonces habría que poner la preposición “de”: si en la oración «Estoy seguro de que fueron ellos» eliminamos la preposición “de” y sustituimos «que fueron ellos» por la palabra “eso”, constataremos que no tiene sentido decir *«Estoy seguro eso», por lo que hay que colocar la preposición “de” delante de “que”.

 

2.- Las formas del verbo “deber” nunca van seguidas de la preposición “de” cuando tienen sentido de “obligación”: «Debemos estudiar»; pero cuando tienen sentido de “duda”, lo mejor es que vayan seguidas de la preposición “de” («Deben de ser las diez»), aunque algunas veces se la omite («Deben ser las diez»).

 

3.- Verbos como dudar, informar, avisar, cuidar, advertir…, pueden ir seguidos o no de la preposición de, según el contexto.


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