14 marzo 2018

Qué mismo pasó con Amelia *

* Escrito por Sibile Simkeviciute, para AeroTime, con mi traducción y edición

Uno de los misterios más cautivantes de la historia de la aviación, la desaparición de Amelia Earhart, ha tenido una nueva revelación. Un estudio publicado por Richard Jantz, en el Jornal de Antropología Forense, sostiene que los huesos encontrados en la isla desértica de Nikumaroro en 1940, pudieran pertenecer a Earhart, sugiriendo que falleció como resultado de un naufragio en compañía de su navegante Fred Noonan.

El misterio habría desatado muchas hipótesis y teorías. Quizá la más factible era la de que se acabó el combustible y que el aparato cayó en el océano. Pero otra, más interesante, parece ser la correcta. El estudio sostiene que luego de no haber podido localizar la isla de Howland, donde debían abastecerse y viendo que se les acababa el combustible, la famosa pionera habría efectuado un aterrizaje de emergencia en la playa de Nikumaroro, 350 millas al suroeste de Howland, aprovechando de la marea baja.

Tres años después de que el avión se esfumó en el aire, un oficial británico encontró restos de un esqueleto; y un total de otros doce huesos, incluyendo un húmero, una tibia y un radio; restos de un campamento improvisado; la caja de un sextante; y un zapato de mujer en esa isla. Los huesos fueron examinados en Fiji y se concluyó que pertenecían a un hombre pequeño de ascendencia europea, descartando la teoría. Con esto, los restos fueron desechados impidiendo futuras evaluaciones. Sin embargo, las mediciones hechas por el forense sobrevivieron y han sido nuevamente examinadas por el antropólogo Richard Jantz. Este analizó los estudios efectuados en Fiji y comparó con las medidas óseas de la aviadora ayudado de fotografías y de algunas prendas de vestir. Su evaluación determinó que la conclusión previa era incorrecta y que aquellos huesos encontrados en la isla muy probablemente pertenecían a Amelia Earhart.

“Los restsos son consistentes con los de la heroína, en lo que respecta a lo que podemos inferir. La estatura es consistente con esos restos. El cráneo parece el de una mujer; pero lo más convincente es el tamaño de la osamenta”, concluyó el estudio. Por casi un siglo se han emprendido diversas expediciones para hallar la respuesta. Un grupo se ha propuesto investigar, ya por algún tiempo, la hipótesis de Nikumaroro, para explicar la razón para que sólo doce huesos hayan sido encontrados; y esto se debe al sinnúmero de cangrejos que habitan en la isla, que pudieron haber consumido los restos de Earhart y Noonan.

El director del grupo también argumenta que una foto tomada desde un barco expedicionario británico en 1937, cerca de la isla, contiene lo que parece un tren de aterrizaje qué tal vez pertenezca al avión que Amelia pilotaba. Es también probable que la aviadora haya estado llamando desde la isla, usando la radio de su avión, antes de que este se sumergiera en el agua. Algunos, radioaficionados reportaron, los días siguientes, varios mensajes de Earhart pidiendo ayuda. El reporte incluyó el testimonio de una adolescente, Betty Klenck, que declaraba haber escuchado discusiones de la aviadora con un hombre que parecía haberse vuelto loco.

La teoría, no obstante, no tiene explicación para una pregunta interesante: si Amelia aterrizó en Nikumaroro, por qué es que los aviones de la marina, que sobrevolaron la isla una semana después, no avistaron señales de vida. A pesar de ello, luego de algunas preguntas sin respuesta, la teoría del naufragio es la más convincente.

Las teorías de lo que pudo pasarle a Amelia van desde su caída en el océano, o de su vida en los EEUU con un nombre falso, a haber sido secuestrada por extraterrestres. La teoría de que era una espía tuvo entonces mucho peso. Un coronel retirado de la Fuerza Aérea Americana aducía que como Earhart tenía que aterrizar en las Marshall, en ese tiempo ocupadas por Japón, la desaparición era un pretexto para las misiones de reconocimiento de EEUU. Se dice que algunos isleños creyeron haber visto caer el avión cerca de las islas.

Otro oficial del ejército apoyaba estas especulaciones, y dijo que había visto a un grupo de soldados que cuidaban un hangar que contenía, supuestamente, el avión de Amelia. De acuerdo a su denuncia, el avión habría sido posteriormente incendiado. La teoría de que Earhart habría sobrevivido se respaldaba en una fotografía encontrada en los archivos nacionales que se suponía eran de la aviadora y de su navegante. Luego se descubrió que había sido tomada de un libro que se había publicado antes del probable accidente…

La legendaria “aviatriz” y su navegante desaparecieron
un 2 de julio de 1937, cuando intentaban dar la vuelta al mundo. En el penúltimo tramo partieron de Nueva Guinea en un muy cargado Lockheed Electra 10E, con la intención de parar en Howland para abastecimiento. El tramo iba a tomar cerca de 18 horas. El guardacostas de la isla de Howland estaba encargado de atender las comunicaciones. Earhart pudo haber estado bastante cerca porque había comunicado que no podía encontrar la isla y que se estaba quedando sin combustible.

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