Se me salió
la frase. O, fue un in promptu y dije algo que quizá pareció genial, no exento de una sutil filosofía... Estábamos en un club y alguien empezó
a reacomodar los asientos para que nos sentáramos en círculo. Alguién más quiso
advertirme que tuviera cuidado pues me había levantado del asiento y lo habían movido. “No importa. Vengo de
una generación que mira hacia atrás para sentarse y hacia adelante para
acostarse”, respondí… Lo dicho pudo tener su gracia y, a la vez, un probable
doble sentido –si no una cierta ironía–: la idea de que en la vida hay que
estar precavido, ser prudente, y saber reconocer que todo acto tiene sus
consecuencias…
Y es que vengo también de una generación que no le gusta que le toquen ahí abajo (¿y a quién sí?)… Sucede que había leído una nota que hacía apología de Nayib Bukele y en la que se justificaban sus excesos, con la muletilla suya de que “era preferible que le digan dictador a que siguieran matando en las calles”. La nota traía una fotografía de sus despreciados presos (perdón, debí decir “personas privadas de libertad”, que suena mejor y es “más inclusivo”). En ella, no habían tenido ningún pudor en exhibir un grupo de “maras” (presuntos maleantes e integrantes de bandas delincuenciales) a quienes se los retrataba apiñados y semidesnudos (solo les cubría un austero taparrabos). Estaban sentados sobre la fría losa de un patio carcelario de cemento.
Lucían sometidos y amedrentados esos desgraciados. Y cuál si vistieran un abrigado ropaje, mostraban sus consabidos tatuajes. Estaban sentados, los miserables, uno tras otro; llevaban sus manos amarradas a las espaldas. Estaban demasiado cerca entre sí, pudiera decirse que iban sentados a horcajadas de quien tenían delante. Resultaba inevitable no reconocer que estaban obligados a rozar con sus manos las partes pudendas de quien venía detrás y que tenían delante alguien que podía rozarles su propio sexo… No, no parecían seres humanos, era aquella una instantánea abyecta, parecía el retrato de un hato de sumisos animales. Imposible saber si todos eran culpables. Era difícil apreciar si ahí, en ese obsceno e impúdico rebaño, había uno injustamente retenido o quizá alguien que, quién sabe, era también inocente…
Sí, a nadie le gusta un trato tan torpe e impúdico; y, encima, que le toquen las pelotas. Pienso en las implicaciones de este inhumano “recurso carcelario” mientras indago, por otra parte, el porqué para que la RAE desaconseje, o no recomiende, el uso de la locución “en base a” por no considerar adecuado el uso conjunto de esas dos preposiciones en una locución adverbial de ese tipo.
La RAE desaconseja el uso de la locución "en base a" por considerar que no está justificada la combinación de las preposiciones "en" y "a", y prefiere otras alternativas que puedan expresar idéntico significado con mayor precisión y claridad. Argumenta, que la preposición "en" no es necesaria cuando se quiere expresar la idea de que algo se fundamenta, o se basa, en algo distinto. Por ello sugiere utilizar expresiones como "sobre la base de", "con base en", "basándose en", "a partir de", "de acuerdo con", etc., dependiendo del contexto. La forma correcta sería: “con base en” que significa 'con apoyo o fundamento en'. Ejemplos: “este tratado podría ser ejecutado ‘con base en’ las normas”; o “la petición se hizo ‘con base en’ las investigaciones”...
Sin embargo, el Fundéu (fundación que vela por la correcta utilización del idioma), dice que: “construcciones como ‘sobre la base de’, ‘de acuerdo con’ o ‘basándose en’ son preferibles a ‘con base en’ o ‘en base a’, aunque estas también se consideran válidas”. Además, y “tal como se recoge en la segunda edición del Diccionario panhispánico de dudas, el giro ‘con base en’ está bastante extendido, principalmente en América, y es adecuado. No obstante, indica que en el ámbito culto, es preferible utilizar las formas antes señaladas. Igualmente, la entidad señala que ‘en base a’ se ha extendido y hoy es frecuente en todas las áreas hispanohablantes, por lo que su uso es admisible, aunque se recomiendan las alternativas mencionadas; y que no es apropiado el cruce ‘con base a’.
Y yo no dejo de preguntarle a la RAE: ¿con respaldo en qué lo dice? (o, ¿”en base a qué”?)… y ella contesta que: “busca mantener la pureza del lenguaje y evitar expresiones innecesarias o redundantes”. “La locución ‘en base a’ puede ser sustituida por formas más elegantes”, dice. Así que, ni modo, he tenido que revisar el millar y medio de entradas que ya lleva este blog, y he debido corregir, uno por uno, la veintena de insolentes ‘desaguisados’ que he descubierto. Y es que vengo de una generación que ha tenido que aprender a mirar hacia adelante…

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