* Una colaboración de Marco Freile. Publicado
por Aviacionline. Reeditado para IN. 
En las próximas semanas, el histórico avión Junkers 52, Tante Ju, apodado “Tía Ju”, y con pasado sudamericano, será trasladado desde Paderborn-Lippstadt hacia su próximo destino, el futuro Lufthansa Group Conference and Visitor Center en Frankfurt, Alemania. Este es un avión casi centenario, será uno de los ejes de exhibición del nuevo centro a partir de 2026. La aeronave, propiedad de la DLBS, Deutsche Lufthansa Berlin Stiftung (fundación de Lufthansa encargada de restaurar y preservar aviones históricos), será exhibida allí a partir de 2026, justo a tiempo para el centenario de la fundación de la primera Lufthansa.
Durante la ceremonia de despedida en Paderborn, se reconoció el papel fundamental de la Asociación Quax y del aeropuerto local en la restauración del Ju 52 y de otro avión de DLBS, el Lockheed Super Star. La asociación continuará bajo su cuidado con dos aviones adicionales: un Dornier Do 27 y un Messerschmitt Bf 108. Wolfgang von Richthofen, responsable del proyecto del centro, indicó que “con nuestro Ju 52 estamos preservando la historia de Lufthansa y de la aviación”, destacando que la aeronave será un elemento esencial de esa exhibición, accesible a clientes, empleados, entusiastas de la aviación y público general.
Werner Knorr, CEO de DLBS, comentó que “la partida de Paderborn no es un adiós final, sino el inicio de un nuevo capítulo para el Ju 52, que honra su historia y su relevancia para la aviación”. Según detalla la empresa, el modelo Ju 52, incorporado en 1932, llegó a representar cerca del 50 % de la flota alemana, gracias a su fiabilidad y economía. Originalmente un monomotor, fue evolucionando a un modelo trimotor, conocido por su robustez y facilidad para el mantenimiento. Los trabajos, iniciados en 2024 junto al Lufthansa Aviation Center de Frankfurt, esperan que tanto el Ju 52 (D‑AQUI) como el Lockheed Super Star (D‑ALAN) estarán en exhibición permanente, y visibles desde el exterior gracias a una gran fachada de vidrio.
Además, el recinto incluirá una galería abierta con objetos inéditos de la historia corporativa, un hotel-conferencia y un espacio gastronómico con área de descanso y cafetería. El Junkers Ju 52, número de serie 5489, conocido como D-AQUI, fue fabricado en 1936 y sirvió inicialmente a Lufthansa, que lo bautizó “Fritz Simon”. Luego de solo tres meses fue transferido a Noruega, donde operó con DNL como “Falken” en rutas costeras hasta 1940. Durante la ocupación alemana volvió a Lufthansa y voló rutas árticas bajo el nombre “Kurt Wintgens” hasta 1945. Tras la guerra, fue reincorporado por DNL y renombrado “Askeladden”. En 1948 pasó a la SAS (Scandinavian Airlines System) y continuó operando en la región ártica.
En 1957, el avión inició una nueva etapa en Sudamérica. Adquirido en Noruega, gracias a la gestión de un piloto alemán, el capitán Christof Drexel, fue trasladado por barco al puerto de Salinas, en Ecuador, para operar con Transportes Aéreos Orientales (TAO) bajo la matrícula HC-ABS, con el nombre de “Amazonas”. Fue armado en Salinas por sus principales accionistas: los hermanos Gonzalo y Jacinto Ruales Salgado. Se sabe que tuvieron que adaptar motores PW- 1430, en vista de la dificultad de disponer de repuestos para los motores BMW, originales.
Allí, voló rutas desde Quito por la Amazonía, transportando pasajeros y carga. Sin embargo, la dificultad para conseguir repuestos llevó a su retiro en 1962. Esta etapa sudamericana, aunque breve, representó un uso intensivo del Ju 52 en entornos desafiantes, con casi 8.000 horas de vuelo acumuladas. El avión fue posteriormente vendido a un empresario de EE. UU., donde operó en vuelos de demostración con el nombre de “Iron Annie”. Hacia 1984 el avión fue repatriado por Lufthansa, que lo restauró a su condición original para preservar un legado clave de la aerolínea y para utilizarlo temporalmente en vuelos de demostración.
** Nota: nunca tuve oportunidad de volar el Junkers 52, ni siquiera por la cercanía que tuve con TAO, por ser la empresa algo así como “parte de mi familia” (Gonzalo Ruales era mi tío político y fue mi mentor). Quizá, subí alguna vez a la cabina (no lo recuerdo) mientras se sometía a mantenimiento durante los fines de semana. Sé que lo vendieron en USD 50.000. Para cuando llegué a volar en TAO como copiloto del DC-3 (principios de 1970) el “Tante Ju” ya se había vendido (quizá unos tres años antes) y la flota de la empresa tenía dos DC-3 (patín de cola) y se aprestaba a adquirir un DHC-6, Twin Otter, y un DHC-4, Caribou. El Ju 52 había llegado para reemplazar a otros aviones de un solo motor, más pequeños, como los Norseman.
 
 
 
 

 
