En nuestros
días, y en especial en el ámbito del periodismo, se ha vuelto frecuente
escuchar algo que parece haberse puesto de moda: es el vocablo ‘contenido’ (o
su plural, contenidos). Como se lo escucha, tiene que ver con algo
relacionado con los medios (preferentemente escritos). Los profanos podemos
interpretar que ello se refiere a segmentos de información que nada tienen que
ver con el editorial o los artículos de opinión, por ejemplo. Lejos estamos de
saber qué mismo significa y a qué se refieren cuando mencionan el ahora ubicuo
término. 
Contenido, por su sentido natural, es el participio del verbo contener, por lo que implica concebir una cosa como incluida dentro de otra (acepción # 2 del DLE). O puede tratarse de una tabla de materias, a modo de índice (a. # 3); adicionalmente, como lo dice el mismo texto: el tema de una obra literaria, su asunto o argumento (a. # 4). Por último, ofrece otra opción: su uso como adjetivo, para quien “se conduce con moderación o templanza” (a. # 2), la misma que adquiere un tono elegante al escribir, como en: contenida emoción o contenido estupor.
Lo expuesto en el párrafo previo, sin embargo, no deja claro qué mismo quiere decir la gente relacionada con los medios, con esto de los inefables contenidos. He debido acudir a un buen amigo que sabe de todo esto y lo que he obtenido es que el periodismo, a diferencia de otros medios, privilegia la investigación, la información veraz y la visión equilibrada de los hechos; también es más formal y fidedigno; procura concentrarse en la información y educación del público. Pero posee algo más: aplica una deontología: respeta unas leyes y un código ético.
La redacción de unos y otros, tanto de contenidos como del periodismo, tiene objetivos y públicos distintos, aunque a veces pueden sobreponerse. Estas son las principales diferencias:
Objetivo
El objetivo del periodismo es informar al público sobre la actualidad, problemas y temas de interés. Se centra en la información veraz, la investigación y visión equilibrada de las noticias. Los ‘contenidos’, por su parte, se concentran en “generar tráfico” y conseguir clientes.
Estilo y tono
El periodismo exhibe un tono más formal y objetivo, procura dar prioridad a la precisión e imparcialidad. Su redacción suele seguir guías de estilo específicas, a semejanza de lo que suelen hacer las cadenas internacionales de noticias. El contenido, por otro lado, intenta ser más coloquial o conversacional, utiliza para ello elementos más persuasivos.
Investigación y fuentes
El método periodístico implica una investigación exhaustiva, la verificación de datos y cita de fuentes fidedignas. Se esfuerza en que los periodistas verifiquen la información y presenten diversos puntos de vista. En los contenidos, la investigación puede ser menos rigurosa y sus criterios son más subjetivos o promocionales; sus escritores siguen la tendencia de moda.
Formato
El periodismo presenta artículos de opinión e interés general; así como documentales, entrevistas y reportajes de investigación. Suele seguir estructuras y formatos específicos. El contenido incluye textos para sitios web, blogs, redes sociales. Su formato es más creativo.
Audiencia
El periodismo va dirigido al público en general o a comunidades específicas, concentrándose en informar y educar a los lectores sobre temas más amplios. El contenido va dirigido a sectores o grupos específicos, con un enfoque, más bien, en la discusión y el diálogo.
En resumen, si bien ambos constituyen formas importantes de comunicación, difieren en sus objetivos, estilos y métodos de investigación; en sus formatos y tipo de público como objetivo.
A veces lo producido por periodistas también puede ser considerado un contenido. Si bien estos son profesionales capacitados y certificados, los creadores de contenido no tienen por qué serlo, aunque ya existen capacitaciones y certificaciones para estas ocupaciones en los medios de comunicación. Un periodista puede crear contenidos; mientras que quien solo crea contenidos no tiene la preparación académica ni está autorizado para ejercer como periodista.
 
 
 
 

 

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