14 enero 2022

“Había sabido saber” y “de hoy en ocho”

Mi siempre esforzada e industriosa concuñada Lucía, a quien con frecuencia le llaman la atención ciertos giros y palabras que utilizamos los ecuatorianos, suele decirme que soy su “cuñado ecuatoriano piloto favorito”, con lo cual no termina de decirme “ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario”, como decía con travesura no exenta de picardía otro de mis concuñados. No obstante, siendo como es ella peruana de origen, y en el ánimo de otorgar un tono de reciprocidad al propósito de su probable preferencia, no hago sino contestarle que ella también es mi “cuñada trujillana educadora predilecta”… Es ella quien me hace advertir que los ecuatorianos usamos expresiones como aquella del “había sabido saber” o aun otra, un tanto más confusa, como la de hacer algo “de hoy en ocho”.

 

Claro que aquel “había sabido saber” no es sino una forma de exageración para poner énfasis en la idea que ella trata de subrayar: la de que cuando decimos “había sabido irse de pesca” o “había sabido jugar golf”, lo único que queremos expresar es que alguien “tenía la costumbre” o “había tenido la costumbre” de efectuar o ejercitar cualquiera de esas actividades. De hecho, cuando decimos “había sabido hablar francés”, por ejemplo, lo que estamos tratando de comentar, en forma adicional, es que alguien tenía un don, o cualidad, que no los habíamos conocido con anterioridad. Sí, creo que ella también “había sabido” darse cuenta…

 

Pero si hay algo que a Lucía le lleva por el camino de la amargura es algo que no es tan incorrecto, como ella sugiere, ni tampoco es un exclusivo ecuatorianismo; me refiero a la costumbre que tenemos de referirnos a un plazo que empieza el día de hoy y se cumple dentro de una semana (la misma que solo tiene siete días) cuando formulamos un “de hoy en ocho”. Para empezar, y como ya comenté, no es realmente un ecuatorianismo, es una frase adverbial que se la usa en la mayoría de los países de América (un poco menos en el sur del continente) y, lo que es más sorprendente, el giro incluso se utiliza en muchas regiones de España. Algo que también es cierto, es que esta expresión parece que antes se la utilizaba con más frecuencia y que la costumbre de usarla varía de acuerdo a la región o ciudad, e incluso de acuerdo al uso que se le da en cada familia.

 

Pero antes, hace falta hacer una aclaración: el modo correcto de emplear la expresión es con el uso de la preposición “de” y el adverbio “hoy” al inicio la frase; debe decirse, por lo mismo, “de hoy en ocho”, utilizando hoy en forma inclusiva. No sería lo mismo expresar “de hoy en ocho” que decir “dentro de ocho días” o “después de ocho días”. Así, si hoy es lunes y digo “de hoy en ocho” quiero decir el lunes siguiente, porque estoy utilizando el primer lunes en forma inclusiva. No así si aplico cualquiera de las otras fórmulas, en cuyo caso significaría que no estoy refiriéndome a una semana sino realmente a una adición en el calendario de ocho días (no de siete). Nótese, en este sentido, que lo mismo vale para cuando hablamos de “hoy en quince” o de “una quincena” cuando lo que queremos significar es realmente un lapso de dos semanas o, lo que es lo mismo, solo catorce y no quince días.

 

Ahora bien, ¿de dónde nos viene esta vieja o anticuada costumbre (inexacta, por lo demás)? Tal parece que es herencia del castellano antiguo, pues existe en casi todas o (con harta probabilidad) en todas las lenguas influenciadas por el latín, me refiero a las diferentes lenguas del romance. Esto ha sucedido probablemente por una sencilla razón: porque entre los romanos la forma de contabilizar los días, con las calendas, idus y nonas, era un método inclusivo en el que se añadían tanto el día actual como el de referencia. Así, si se hablaba del octavo día antes de las calendas de julio, estábamos hablando del 24 de junio, es decir del primero de los siete días finales de ese mes que, añadido al de las calendas de julio (o primer día de este mes) sumaban ocho días. Con ello, si hacemos cuentas, tanto el 24 de junio como el primero de julio caerían en un mismo día de la semana.

 

Resumiendo, y aunque suene prefabricado, este “de hoy en ocho” solo quiere decir “en una semana” o “luego de siete días”. Insisto: no quiere decir, “hoy más ocho días” sino “hoy, que cuenta como uno, más otros siete días”. Tampoco debe decirse “cada ocho días” ni “después de ocho días”. Así, no hay lugar para confundirse.

 

Mi querida “concuñada peruana confundida favorita” que, según me ha confesado, está muy interesada en aprender a preparar una paella española (pues dice que en el pasado me ha visto elaborar una), bien puede, por lo tanto, hacerse presente “de hoy en ocho” (o de hoy en ocho días), si es que quiere conocer cómo se debe preparar esa forma de arroz español; pero ¡cuidado!, no vaya a venir “luego” de ocho días, porque no solo que ya no va a poder aprender ni la fórmula ni la receta; sino que solo va a encontrar el cocolón o, lo que es lo mismo, el socarrat...


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