12 febrero 2023

Llueve

¿A quién puede gustarle que llueva? Cuando era piloto, era la lluvia la que desquiciaba los itinerarios; no en vano contribuye a lo que los meteorólogos llaman, no sin razón, “mal tiempo”. Nada poético hay en “ver llover”; si no, pregúnteles a los golfistas: la lluvia significa otro sábado perdido, uno “para quedarse en casa y treparse las paredes”, como con humor no exento de guasa imprecaba un ocurrido compañero… A nadie le gusta que llueva; quizá la única persona que se sale de ese esquema sea mi siempre sacrificada mujer, pero le entiendo: si no llueve deja de estar verde el jardín. Claro que si es sábado, y esperamos amigos, la cosa cambia: si hay amenaza de lluvia y el ambiente se torna sombrío y taciturno, ella también…

 

Nada hay más de mal augurio que el hecho impersonal de que llueva. Por eso, nunca entiendo qué de poético encuentran los nostálgicos en aquello de “ver llover”… A veces me pregunto si esto tiene algo que ver para que llover sea uno de los verbos más mal conjugados que existen en nuestro idioma; con frecuencia la gente confunde llover con lluvia y escoge un resbaloso gerundio, uno con el que de verdad derrapa, y dice que está “lluviendo”, palabreja que es ipso facto rechazada por mí discriminatorio corrector. Por manera que, insisto, no veo qué de poético tiene eso de ponerse a admirar cómo cae la lluvia, que lo único que hace –si tal vez– es impulsarnos a volver a la cama y esperar hasta que deje de jarrear.

 

Por esto me parece insólito –y no se diga contradictorio– que la música popular (¿no será por eso que se llame así?) esté llena de canciones que hablan de la lluvia o de ver llover. Ahí les dejo unos pocos ejemplos; no me vayan a tildar de “quisquilloso”. Nada de “tiquismiquis”, la música popular es toda una oda, una desquiciada apología de la suerte que tenemos de poder asegurar un incesante regadío… “Y la lluvia caerá, luego vendrá el sereno”; “Llueve, detrás de los cristales, llueve, llueve”; “Llueve…”; “Esta tarde vi llover”; “Hoy corté una flor y llovía, llovía”, etc., etc.

 

Sí, todo el tiempo, y por todas partes, llueve y llueve. Llueve sin parar, llueve.

 

Los Iracundos – “La lluvia caerá”

 

El mundo está cambiando (Ah, ah, ah, ah)

Y cambiará más (Ah, ah, ha, ah)

El cielo se está nublando (Ah, ah, ah, ah)

Hasta ponerse a llorar

Y la lluvia caerá (Ah, ah, ah)

Luego vendrá el sereno (Oh, oh, oh, yeah)

 

Joan Manuel Serrat – “Llueve detrás de los cristales”

 

Llueve

Detrás de los cristales llueve y llueve

Sobre los chopos medio deshojados

Sobre los pardos tejados

Sobre los campos llueve

 

Armando Manzanero – “Está tarde vi llover”

 

Esta tarde vi llover, vi gente correr

Y no estabas tú

El otoño vi llegar, al mar oí cantar

Y no estabas tú

Yo no sé cuánto me quieres

Si me extrañas o me engañas

Solo sé que vi llover, vi gente correr

Y no estabas tú

 

Emilio José – “Llueve” … (se omite la letra)

 

En fin, no para la lluvia. No tiene fin. Yo no puedo dormir y, mientras tanto, llueve...


Share/Bookmark

No hay comentarios.:

Publicar un comentario