05 marzo 2024

Una cuestión de mal tiempo…

Era atractiva, cruzamos nuestras miradas y me sonrió. Parecía muy concentrada en su celular. “Hola, qué tal”, tentativo musité. “Buen día”, un poco seria y como mirando a su rededor, me respondió. Intuí que estaba acompañada y decidí continuar con mi caminata. Ya terminaba, y de nuevo la encontré; estaba sola y algo más amigable, mantuvimos un breve cruce de palabras; no dijo su nombre, sí que era madre soltera, que iba de repente al parque para estar sola y meditar (¡qué indirecta!), que era de San Pedro de la Bendita, un pueblo de Loja, y que tenía un hijo de seis años.

Eso fue todo. Hasta anoche… cuando sucedió “nuestro otro encuentro” (es solo un decir). Todo ocurrió en un sueño; esa es la verdad, la pura verdad… Esta vez me dijo que se llamaba Almudena, “por ese tema que tienen los lojanos de poner nombres con muchas aes”, me explicó. “Solo tienes que revisar el nombre de los pueblos”, continuó; “ahí tienes: Macará, Gonzanamá, Malacatos, Sozoranga, Calvas, Quilanga, Catamayo, Catacocha, Chaguarpamba, San Pedro, Cariamanga, Vilcabamba…”. “A ver, a ver –ágil le interrumpí, a la vez que me arrepentía de haber caído en la tonta muletilla–, San Pedro no tiene a”, le refuté. “El nombre completo es San Pedro de la Bendita, tres aes”, me replicó.

 

¿Y tu perro… también tiene muchas aes? (inseguro por si debía haber dicho 'a' o 'aes'), le pregunté. “Se llama Veinte”, respondió. “¿Y donde está la a?”, medio socarrón le repliqué. “Ah, es que buscaba un nombre que rimara con Argentina, de donde era quien nos lo regaló”, algo traviesa continuó, mientras yo caía en cuenta que Argentina también tenía dos aes: una al principio y otra al final. “Un ratito –repliqué dubitativo– ¿dónde está la rima?, Veinte termina en 'te' y Argentina en 'na'.... “Qué, no te das cuenta?, pues 'en ná' (en nada), sonriente concluyó…. Me puse colorado, me había tomado el pelo. En esas estaba, buscando qué y cómo responderle, cuando de pronto desperté…

 

Fue entonces, ya sonriente y despierto, que reflexioné en lo inauditos que suelen ser los sueños, que nunca parecen estar exentos de insólita autonomía, y de perspicaz ocurrencia... Fue cuando me pregunté por la razón para ese curioso nombre, para que le hubieran puesto ese nombre al pueblo: a San Pedro de la Bendita. Y fue ahí cuando me salieron todas las aes de mis nombres (esas que no hay en curioso) y me propuse investigar… Esto encontré en el internet: “San Pedro de la Bendita, pueblo fértil y pintoresco, se asienta en las faldas del Urcupunta; es acogedor y magnifico, por su clima maravilloso y hospitalario,  y por la hidalguía de su gente. La falta de documentos no permite precisar fechas, pero se conoce que la población se debe a tres corrientes étnicas: indígena, blanca y mestiza…”

 

“Por la primera, son descendientes de los Paltas, que se asentaron en las inmediaciones de las planicies ubicadas cerca de los cerros Urcupunta y Achupallas y de la actual cordillera de Chinchas. Fundaron Zayazayo, pueblo integrado por indígenas de apellidos Yauri, Tenezaca, Saraguro, Tuza, Curipoma… juntándose luego con los Lima, Lapo, Chuquimarca y Lituma… soportaron por décadas las inclemencias del clima, viéndose obligados a abandonar su terruño por los rigores de la naturaleza… se trasladaron al actual San Pedro… a Zayazayo en la actualidad se lo conoce como Pueblo Viejo”…  “La otra corriente estuvo formada por blancos y mestizos. Coincidieron en llegar por las mismas razones… eran de Paltas, Catamayo, Chaguarpamba, y correspondían a varias familias como los Arias, Jaramillo o Córdova. Encontraron un clima ideal y la exuberancia de los suelos… Se cree que los fundadores (de “San Pedro de la Bendita Virgen María”) llegaron por la cordillera Occidental de los Andes, entre los años 1540 y 1550”.

 

Origen del nombre de San Pedro de la Bendita

 

Primera versión: Lleva el nombre en honor al apóstol Pedro y Bendita por devoción a la Virgen Bendita de las Nieves, patrona del lugar y en cuyo honor se celebra una fiesta los días 3, 4 y 5 de agosto… las celebraciones se realizan de la siguiente manera: el día 3 están a cargo de la raza negra, que habitaba a orillas del río Guayabal. Al día siguiente, le corresponde a la raza indígena, que existía en mayor número. El día 5, “le toca” a la raza blanca… todas estas fiestas incluyen vacas locas, danzas folklóricas de cada comunidad, juegos pirotécnicos… se ofrecen comidas y bebidas, y acude mucha gente de los alrededores, de El Cisne, Chuquiribamba y La Toma”.

 

Segunda versión: El nombre, según los ancianos del lugar, se debe al apóstol san Pedro y a La Bendita, porque años atrás existía una hacienda (así conocida) que era muy grande y que producía toda clase de productos; comprendía un extenso territorio que abarcaba: Ambocas, Chiguango, se extendía hasta El Cisne, Chuquiribamba, e incluso llegaba hasta Catacocha. El dueño era un señor Carlos Riofrío; con el tiempo, la dividieron para repartir la herencia, luego fue donada a los pobladores de Zayazayo (hoy Pueblo Viejo) en vista del mal tiempo que azotaba a ese lugar”...


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