*Por Luis Ángel Mera. Tomado de Linkedin.
Título original: “Cinco pasos para arruinar la competitividad de los exportadores
estadounidenses (y aumentar, al mismo tiempo, el déficit comercial). Las ‘genialidades’
de Trump…”. Reeditado.
Si el gobierno de los EEU hubiera querido escribir un manual de autodestrucción económica, no habría podido hacerlo mejor. Como un cirujano que opera con los ojos vendados, la nueva propuesta de la Oficina de la USTR es un bisturí sin filo que corta y desangra la competitividad de sus propios exportadores, dejándolos moribundos en el altar de una guerra comercial mal concebida.
1️⃣ Cargar con una cruz de extra costos
Con la gracia de un verdugo medieval, el gobierno impone multas de hasta 1,5 millones de dólares por cada barco de fabricación china que ose tocar un puerto estadounidense. Para todos los operadores con más del 50% de su flota en construcción en China, la guillotina económica cae sin misericordia: un millón de dólares por cada entrada a puerto.
El mensaje es claro: el comercio internacional es un pecado y los exportadores americanos pagarán por él con sangre y dinero. Y si alguien duda del poderío chino en la industria naval, basta con ver los números: China construye más de la mitad de los barcos mercantes del mundo, con 1,794 grandes embarcaciones en proceso, comparado con las 734 de Corea del Sur y las 587 de Japón. EEUU, en cambio, tiene cinco.
2️⃣ Obligar a los exportadores a una ruleta rusa de precios
Mientras los competidores europeos y asiáticos siguen avanzando con gracia, los empresarios gringos se ven obligados a vender más caro y perder clientes, como si estuvieran remando contra una corriente implacable que los arrastra hacia el olvido.
3️⃣ Exigir milagros a una flota que no existe
La propuesta exige además que, en siete años, al menos el 15% de las exportaciones estadounidenses sean transportadas en barcos de bandera y operación estadounidense. Es como pedirle a un caballo cojo que gane el Derby de Kentucky. La flota estadounidense no tiene la capacidad, ni los barcos, ni la infraestructura para semejante mandato.
4️⃣ Provocar una tormenta de represalias internacionales
El comercio es un campo de batalla sin balas, pero con aranceles. China, la Unión Europea y el resto del mundo no se quedarán de brazos cruzados mientras Estados Unidos decide dispararse en el pie.
5️⃣ Agrandar el abismo del déficit comercial
El chiste cruel de esta historia es que la intención es reducir la dependencia de EEUU de China, pero creo que lo que logrará es exactamente lo contrario. Con exportadores menos competitivos y productos más caros, el volumen de exportaciones caerá como una hoja en otoño.
Como un barco sin brújula, la economía estadounidense (y de paso la de todos los que comerciamos con ellos) se dirige a aguas turbulentas, impulsada por decisiones que parecen diseñadas para hundirla. El país que alguna vez construyó imperios comerciales con su ingenio y su audacia ahora se encierra en una jaula de reglas absurdas y costos autoimpuestos. Si este es el plan para ‘proteger’ a los exportadores americanos, que Dios nos agarre confesados.
¿Será que me equivoco?

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