31 julio 2025

Semántica de 'atorrante'

Resulta fascinante el significado que tienen las palabras. Más fascinante aún, la evolución que sus sentidos tienen, siempre en acuerdo con la época y el lugar donde aquello va ocurriendo.

 

Hablábamos el otro día del reciente Mundial de Clubes y coincidíamos en su aparente éxito, a pesar del arbitrario sistema de selección, del calor reinante (aunque poco se puede hacer con relación al clima, que no sea escoger mejores horarios o estadios más adecuados). En cuanto a lo primero, hubo una cierta disparidad en el nivel de algunos equipos, incluyendo uno cuya participación pudo estar motivada por factores que giraban alrededor de la imagen que genera un solo jugador o el propósito de promocionar mejor el fútbol (soccer) en los Estados Unidos.

 

Fue inevitable argumentar que el criterio de dicha selección no debió ser afectado por el impacto financiero de un determinado jugador, sino por la voluntad de propender a un nivel más competitivo y equilibrado, que propenda no solo a satisfacer la calidad de la competición sino a asegurar el prestigio del certamen. Al mencionar a ese jugador utilicé el sustantivo “atorrante”, pues me parecía cargante que se le siga dando tanta relevancia a pesar de su evidente declive. Lo dije con el sentido de pesado o cansino, nunca con el de vago o dormilón, o con el del sinvergüenza que va de aquí para allá, aprovechándose de los demás, a cuenta de su pretendida fama.  

 

Pude darme cuenta ipso facto –al recibir un comentario discrepante– no solo que el término goza de una plétora de significados distintos, y hasta opuestos, sino que muchas personas, basándose en una aparente cercanía fonética confunden atorrante con arrogante… En efecto, el argumento que se me esgrimió era que el interfecto o aludido era, más bien, bastante humilde. Estoy seguro que si conducimos una encuesta y consultamos por el sentido que corresponde al vocablo ‘atorrante’, y proporcionamos diversas alternativas (como vago, arrogante, pesado, sinvergüenza, aprovechado e insufrible) habremos de recolectar un sorpresivo caleidoscopio de opiniones (pruébelo usted mismo, pero le recomiendo admitir una sola respuesta).

 

Me permito aquí una digresión adicional: pudiera haber una leve variación en el sentido de la voz, dependiendo de si se la usa como adjetivo o sustantivo. Asimismo, sería importante no confundir lo particular con lo universal, pues todo arrogante es un pesado, pero: no por el solo hecho de ser pesado, todo pesado es necesaria y definitivamente un arrogante… He de coincidir con la mayoría en que hay palabras que al ser escuchadas, no nos queda más (y mejor) alternativa que atinar a preguntar con oportunidad con qué sentido se las utiliza…

 

Es probable que sea la zona del río de la Plata donde más se usa el vocablo en referencia. Para un diccionario del lunfardo argentino que he consultado, ‘atorrante’ es un vocablo que significa “holgazán, sinvergüenza, vago que anda de un lado a otro, sin oficio”. Dice también que el verbo “atorrantear” es “vagar sin oficio, ociosamente”; y define “atorrar” como dormir; y “atorro” como sueño. Bien habría dicho Enrique Santos Discépolo que “Lo que muchos llaman lunfardo es el brillo de la imagen popular, una nueva forma de metáfora; es el lenguaje propio de la canción”, epígrafe que encuentro en el Diccionario etimológico del lunfardo de Oscar Conde.

 

El diccionario de la Real Academia parece más bien refrendar el sentido que se da al término en el sur del continente; dice que viene del dialectal atorrar ‘haraganear’ y que significa vago u holgazán; o desfachatado y desvergonzado. Habremos de coincidir en que, aun en el caso de que ese significado sea el correcto, su definición estaría incompleta: existen muchos otros usos en los distintos países para dar un significado a esa misma palabra. De acuerdo con la Wikipedia, si bien en algunos países atorrante es un individuo sin domicilio fijo, un vagabundo o un mendigo; en otros, en cambio, se usa para describir a alguien pesado, necio o molesto. Se trataría de una persona cargante, fastidiosa e inoportuna: un pelma (apócope de pelmazo).

 

No descarto tampoco que el vocablo pudiera tener origen en el latín (torrare quiere decir asar o tostar). A pesar de su incierta etimología, parece ser una voz utilizada en varias regiones del norte de España con carácter coloquial (en euskera, ‘atorra’ significa camisa)… Tostón (de tostar) sería el paradigma de lo aburrido y bien pudo haber dado lugar a voces como ‘tórrido’ (pesado, agobiante, insufrible, insoportable) o, incluso, torrente (corriente impetuosa).



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