21 junio 2022

Primer cruce del Atlántico *

* Escrito el 21 de mayo por Alec Wignall para AeroTime, con mi traducción y edición.

 

Charles A. Lindbergh – Un día como este, hace 95 años, Charles Lindbergh aterrizó en el aeródromo de Le Bourget, en París, a las 10:22 de la noche, convirtiéndose en la primera persona en volar sola, sin paradas, a través del Atlántico. Luego de volar una distancia de 5.800 kilómetros, este chico de 25 años, llegó 33 horas y media después de haber salido de Nueva York. Fue bienvenido por una multitud de 150.000 personas en las afueras de París.

 

Nacido en Detroit, Michigan, el 4 de febrero de 1902, Charles Augustus Lindbergh había demostrado desde muy temprana edad interés por varios medios de transportación, antes de optar por estudiar ingeniería mecánica. Cuando cumplió 20 años había expresado su interés por volar y dejó sus estudios para alistarse en la escuela de vuelo Nebraska Aircraft Corporation, en Lincoln, NE. Fue, luego de hacer su primer vuelo, que empezó a tomar lecciones de pilotaje. Habiendo establecido sus metas, dejaría Lincoln y empezaría a ahorrar dinero y a ganar experiencia de vuelo. Más tarde se dedicó a efectuar vuelos de demostración (hazañas aéreas), muy populares en los años 20 del siglo pasado, caminando sobre el ala o actuando como paracaidista.

 

En 1923, Lindbergh compró un biplano Curtiss NJ-4 por $ 500 y luego de media hora de instrucción, voló solo por primera vez. Con solo cinco horas al mando, realizó su primer “cross-country” volando más de 140 millas. Para 1924 habría iniciado su entrenamiento de vuelo, graduándose con el Servicio Aéreo del Ejército de Estados Unidos. Posteriormente, regresó a sus travesuras de demostración, ahora bajo el apodo de “El Intrépido Lindbergh”. Más tarde también trabajó como instructor de vuelo y transportó correo desde St. Louis a Chicago.

 

El vuelo transatlántico – Hasta mediados del pasado siglo, los buques oceánicos de pasajeros fueron el único medio para cruzar el Atlántico. En 1913 el Daily Mail ofreció un premio de £ 10.000 al primero en cruzar en avión el Océano, pero debido a la primera guerra mundial, solo fue en 1919 que se pudieron efectuar algunos intentos. En mayo de ese año, el hotelero neoyorquino Raymond Orteig ofreció una recompensa de $ 25.000 al primero en volar sin escalas entre Nueva York y París. Solo siete años después se hicieron los primeros intentos. Seis pilotos murieron en varias tentativas sin éxito y algunos se lesionaron en otros accidentes.

 

El “Espíritu de San Luis” – Siendo todavía un desconocido, Lindbergh encontró ayuda financiera gracias a dos hombres de negocios de San Luis, quienes le proporcionaron $ 15.000 para que intente ganar el Premio Orteig. Dar con el avión adecuado resultó una tarea difícil ya que las empresas más importantes, incluyendo Wright Aeronautical y Columbia Aircraft Corp., insistían en escoger el piloto. Finalmente Lindbergh optó por Ryan Aircraft Company que estaba basada en San Diego; la pequeña fábrica acordó construir un monoplano en 60 días. El modelo Ryan NYP (New York–París) tenía un solo asiento y un solo motor, era un avión de ala alta, basado en el similar “Ryan M-2”, un avión-correo. El “Ryan NYP” fue bautizado como “Espíritu de San Luis” en honor a la ciudad donde había nacido Lindbergh. Así, el 10 de mayo de 1927, luego de los respectivos vuelos de prueba, Lindbergh se dirigió al campo de Roosevelt, Nueva York, para preparar su intento trasatlántico.

 

Primer solo transatlántico – En la madrugada del 20 de mayo de 1927, Lindbergh despegó de Roosevelt, en Long Island. El avión pesaba solo 2.7 toneladas cuando inició el viaje. Durante todo el vuelo el piloto se enfrentó a situaciones desafiantes, navegó con elementos básicos y rudimentarios –derrota estimada, posición y velocidad a tierra calculada en base a los datos iniciales– y sin ayuda de equipos de radio-navegación. Lindbergh aterrizó en Le Bourget a las 10 de la noche del día siguiente, luego de 33 horas y media de vuelo... Ya era toda una celebridad.

 

Habrían de pasar 31 años para que se efectúe el primer vuelo de servicio Londres y Nueva York; esto sucedió cuando un De Havilland Comet de la BOAC cruzó sobre el Atlántico. En comparación con el vuelo de 1927, el vuelo subsónico más rápido es de 4 horas 56 minutos (en vuelo de América a Europa). En la era del Concorde, este emblemático aeroplano logró un cruce en solo 2 horas 53 minutos. En la actualidad el “Espíritu de San Luis”, que fuera tripulado por Lindbergh, se encuentra en exhibición en el National Air and Space Museum, en Washington D.C.


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