03 junio 2022

Semejantes pero diferentes…

Existen palabras que se parecen fonéticamente entre nuestro idioma y el inglés; son vocablos que no solo no significan lo mismo sino que ni siquiera están relacionados. Como muestra de ejemplo puedo citar unos pocos: “realize” y realizar; “content” y contento; “conceited” y concedido; pretend y pretender; “compromise” y compromiso. Esta última palabra, compromise en inglés, significa una forma de cesión, de ajuste o acuerdo, incluso una forma de liquidación –un “settlement”, no siempre quiere decir lo mismo que compromiso. Este es mejor traducido como “commitment”, un empeñado propósito, una adquirida (y muchas veces voluntaria) obligación.

Respecto a la introducción, bien valen unas breves reflexiones. Así, para el caso de “realizar” advierto que se ha ido generalizando, sobre todo para quienes hablan con más frecuencia el inglés, aquello de utilizar ese realizar con el sentido de darse cuenta o considerar. Sin embargo, en español, el verbo realizar significa algo sumamente diferente: su sentido es efectuar, ejecutar algo. Si digo que realizo no expreso que considero o que me estoy dando cuenta; menciono que ejecuto o efectúo algo determinado. Utilizar el verbo con el sentido en inglés (“to realize”), puede ser no solo incorrecto sino presuntuoso y puede sonar afectado.

 

En cuanto a “content”, es palabra que tiene varios significados (contenido, por ejemplo). Cara a lo que nos interesa, no significa estar contento, a lo sumo pudiera usarse para indicar que “se está satisfecho con algo”. No está por demás aclarar que este content no tiene relación con “comtempt”, que se utiliza para expresar principalmente desdén o desprecio (aunque también quiere decir desacato, en términos jurídicos). En cuanto a “conceited” no significa concedido; su sentido es el de presumido (presuntuoso) o engreído. La forma de traducir concedido es “granted”, como en “taken for granted” que significa “darlo por hecho” (o por concedido).

 

“Compromise”, por otra parte, tiene, en la mayoría de casos, un significado distinto, tanto que he estado a punto de robarme la forma de intitular sus artículos que tiene el escritor argentino Martín Caparrós, con su costumbre de proponer una determinada palabra y desarrollar una breve propuesta relacionando los usos y diversos sentidos de un término específico. Con ese método, pude haber intitulado esta entrada como “La palabra compromiso”… Respecto a lo señalado antes, el compromise inglés no siempre equivale a comprometerse, sino a ceder un poco, a contemporizar para evitar un desacuerdo; es una estrategia para eludir el conflicto.

 

Tampoco sería correcto utilizar este “compromise” cuando se quiere expresar en inglés que uno “se encuentra en un compromiso”, es decir que se está involucrado en una situación embarazosa, delicada o difícil. La palabra solo calza cuando se la utiliza conforme a lo expresado, es decir para manifestar una voluntad o empeño de conciliación, de conveniencia, para evitar un daño o para contemporizar mediante un gesto de cesión (quizá una “componenda”, aunque no me gusta esta palabra dado su carácter peyorativo). Hay ocasiones en que el vocablo significa lo mismo que en español, especialmente cuando ese comprometerse (“con–prometerse”) implica una forma de garantía o de promesa. Es, en base a su misma etimología, que comprometerse adquiere aquel carácter de honrar un acuerdo o de respetar lo antes pactado, que incluso no exigió que estuviera escrito.

 

En inglés, un compromise es un arreglo en el que las partes ceden algo con el objeto de lograr una colaboración mutua; es el resultado de una negociación entre las partes donde cada una hace concesiones para llegar a una transacción que se deberá ejecutar de manera conjunta. Esa forma de cesión responde a la búsqueda de un punto medio; ese es su “discreto encanto”. En español, comprometerse es una forma de promesa; aquel “adquirir un compromiso” implica un sentido de valor y entraña una virtud, proclama la aceptación de una responsabilidad.

 

Al consultar lo tratado, he leído en un portal que esta última forma de compromiso –el commitment referido– “es lo que transforma una promesa en realidad, es la palabra que habla con valentía de nuestras intenciones, es la acción que habla más alto que las palabras, es cumplir con lo prometido cuando las circunstancias se ponen adversas, es el material con el que se forja el carácter para poder cambiar las cosas, es el triunfo diario de la integridad sobre el escepticismo. Comprometerse y mantener los compromisos, constituye la esencia misma de la pro-actividad”. Me gusta mucho esto de relacionar el compromiso con un propósito serio o una forma de promesa; es como un pacto afianzado con un compartido propósito ético: uno que ha sido fortalecido por la integridad.


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