31 mayo 2022

Diferencias entre be y ve en español *

 * Por Ricardo Soca. Página de “elcastellano.com”

 

“La letra ve nunca tuvo en español el sonido labiodental que representa en lenguas como el francés, el inglés, el italiano o el portugués. La primera edición del diccionario de la Academia española, que es recordado hoy como de Autoridades (1726), explicaba que la letra be “imita el balido de las ovejas” y que se pronuncia comenzando por cerrar los labios, y haciendo después alguna fuerza, y tomando la compañía de la e, los abre para salir, por lo cual es una de las letras que llaman labiales. Tiene esta letra en nuestra lengua tan grande hermandad con la ve en el modo de pronunciación que apenas se las distingue al oído.

 

Agrega el diccionario que ambas letras se hallan en lo escrito usadas promiscuamente. En cuanto a la ve, recordemos lo que dice don Manuel Seco en su Diccionario de uso del español: “La pronunciación de la ve en español es idéntica a la de la be”. Esta es una explicación moderna y coherente, ya liberada de los prejuicios que durante muchos años llevaron a los académicos a ver una diferencia fonética que en realidad nunca existió en castellano, excepto en las zonas de contacto con otras lenguas.

 

Las maestras de primeras letras suelen enseñar a los niños que la ve se pronuncia como labiodental. Se trata apenas de una estrategia didáctica para que los alumnos aprendan la diferencia ortográfica entre ambas letras. Y jamás les explican que en la vida real representan un mismo fonema. Según Gregorio Salvador y Juan Ramón Lodares, en su Historia de las letras, la diferenciación entre estas dos consonantes, que durante algún tiempo hizo la Academia, sería expresión de un “fetichismo” heredado de la tradición latina. En los documentos escritos en romance o en español más antiguo, se encuentran grafías como auia, que representaban lo que hoy escribimos y vocalizamos “había”. A pesar de la diferente grafía, la pronunciación era la misma.

 

Para los romanos, en cambio, ambas letras eran diferentes, pero en otro sentido: la ve se confundía con la vocal u, y tenía el mismo sonido que hoy representamos gráficamente con la u. La famosa frase de Julio César veni, vidi, vici ‘llegué, vi y vencí’, en el latín clásico era pronunciada /ueni, uidi, uichi/. Y durante muchos años, la letra -u- representó el fonema /b/. La identificación entre los sonidos de ambas consonantes era tan marcada, que muchos autores las usaban indistintamente, como verificamos en la firma de Cervantes, quien, además, usaba la u para representar el fonema /be/ en Saauedra.

 

La uve no se llamó siempre así; en el siglo XVIII era la “u de corazoncillo” o también “ve de vaca”, “ve chiquita”, o “ve corta”. En realidad, el nombre “uve”, apareció por primera vez en 1947, tal vez como contracción de u [que hace el trabajo de ve], teorizan Salvador y Lodares” (hasta aquí lo transcrito).

 

Nota del editor: siempre he defendido que la diferencia entre la ve larga y la ve corta o, si se prefiere, entre la ve labial y la labiodental (“labidental” la llamábamos en la escuela) es estrictamente ortográfica. No creo que nadie, ni siquiera en España, haga un esfuerzo consciente para diferenciar el sonido de las dos letras (asunto que sí sucede en el inglés por ejemplo). Sin embargo, debo dar fe que mi propia abuela utilizaba un tipo de pronunciación fricativa para diferenciar ocasionalmente la ve corta. Usaba ese modo en forma particular para pronunciar el apellido de su yerno, mi padre, y lo hacía empleando un sonido que se percibía casi como una efe no muy definida: sonaba algo así como “Fizcaíno”.

 

Saltándome el tema fonético, pero insistiendo en la escritura, quisiera comentar que existen muchas palabras en español que, aunque se pronuncian en forma idéntica, utilizan una grafía distinta y tienen diferente significado. No obstante, existe un caso que merece un comentario particular, se trata de las voces ribera y rivera, palabras que son idénticas fonéticamente pero que se escriben en forma distinta. Ribera se refiere a la margen de un río o a la playa de un cuerpo de agua (“bank”, en inglés); rivera, mientras tanto, significa arroyo (“brook”). Pudiera ser que la palabra “river”, río en inglés, nos conduzca a esta confusión y nos haga escribir rivera cuando queremos significar ribera. En la práctica, rivera es una palabra que no se usa; preferimos arroyo o riachuelo. AVM.


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