24 octubre 2023

Una historia del Sudoku *

El Sudoku es un juego de reglas simples aunque tiene distintos grados de dificultad. Siempre apasionante (claro que puede ser frustrante también). Hace pocos días vi una película en que lo llamaban “Cuadrados Mágicos” y decían que no es, como todos creen, un invento japonés. Un sudoku sólo puede tener una solución, una sola. Esto es lo que encontré en el internet:

Sería el famoso matemático Leonhard Euler el inventor del juego en 1783. No obstante, no llegó al gran público hasta 1970, cuando Walter MacKey lo publicó en la revista "Math Puzzles and Logic Problems" bajo el nombre de Number Place (El lugar de los números). La historia del Sudoku se remonta a un juego de matemáticos suizos del siglo XVIII llamado "Cuadrados Latinos". Algunos de los primeros rompecabezas numéricos que aparecieron en los periódicos se publicaron en Francia en 1895; pero el juego moderno Sudoku tal como lo conocemos, fue inventado por Howard Garns, un inventor de rompecabezas independiente de Connersville, Indiana, Estados Unidos en 1979, cuando se publicó en Dell Pencil Puzzles y la revista Word Games. Se lo conocía como "Ubicar el Número", ya que implicaba colocar números individuales en espacios vacíos en una cuadrícula de 9 x 9. 

 

El juego solo apareció en Japón en 1984, donde recibió el nombre de "Sudoku", que es la abreviatura de la expresión: "Sūji wa dokushin ni kagiru", que significa literalmente "los números deben quedar solteros". La impenitente afición japonesa por los retruécanos y abreviaturas redujo más tarde el nombre a "Su(ji) doku(shin)", es decir, "su doku" o "números célibes". Sudoku es muy popular en Japón, donde la gente compra más de 600.000 revistas de Sudoku por mes. Una razón es que los crucigramas no funcionan muy bien en japonés, por lo que un rompecabezas numérico tiene mucho más éxito en esa cultura. Además, Japón ama los rompecabezas, ya que es un país en el que millones de personas realizan viajes largos por tren o autobús y necesitan matar el tiempo mientras esperan la próxima parada. 

El hombre que reintrodujo Sudoku "de vuelta" a Occidente fue un juez neozelandés jubilado llamado Wayne Gould, que estaba de vacaciones en Tokio en 1997 cuando lo descubrió en una librería. Rápidamente se convirtió en un devoto entusiasta y pasó los siguientes seis años desarrollando un programa que creara Sudokus por computador. El The Times (Londres) comenzó a publicar Sudokus en 2004 y, asimismo, el primer periódico americano en hacerlo fue el Conway Daily Sun, el mismo año. En los últimos 20 años, Sudoku se ha convertido en un fenómeno global. El primer Campeonato Mundial se celebró en Italia en 2006.

 

¿Por qué Sudoku nos atrae en el acelerado mundo de hoy? Una posible razón es que recurre al sentido innato del orden en las personas; hay una sensación de satisfacción al llenar esos cuadrados vacíos en la cuadrícula. Otra es que las reglas son simples y fáciles de aprender: personas de todas las edades pueden jugar y, con frecuencia, pueden aprender rápidamente cómo abordar el rompecabezas. El Sudoku es fácil de compartir con amigos, ya que se basa en números y por lo tanto no requiere traducción. 

 

Revisemos lo que dice Maki Kaji, el responsable de haber bautizado con ese nombre a los Cuadrados Mágicos o Latinos:

 

La popularidad del Sudoku estriba en la infinidad de técnicas aplicables. No hace falta tener paciencia; esta siempre debe quedar supeditada al interés. Esto enchufa con el segundo principio: el de ese placer que se experimenta al emplear la deducción para decidir dónde se puede poner un número determinado. Si no se experimenta placer, es mejor dejar el juego.

 

El Sudoku no debe ser visto como una actividad de desarrollo cognitivo, aunque en realidad sí lo es, pero aquello no debe anteponerse al placer. Sería un error practicar el Sudoku con el fin de desarrollar la capacidad mental. Nunca instaría a los lectores a que lo practiquen con fines educativos o para desarrollar su habilidad cognitiva. Lo importante es que lo tomemos como un pasatiempo, una puerta de entrada al estado de ánimo creativo del ocio, asunto que hemos perdido en la sociedad moderna. Hay ahí un ideal oriental de cuño taoísta: aquél de que el ocio es indispensable para propender a la creatividad y al bienestar. Por eso es importante esa sensación de goce personal que brinda la práctica sana del Sudoku.

 

 * Copiado de varias fuentes, sin firma de responsabilidad, con mi edición o traducción.


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