21 junio 2012

Derecho a troche y moche

Hubiera preferido el título de “A diestra y siniestra” para esta entrada, y aun el muy castizo de “A trochemoche”, pero he preferido descartarlos; en el último caso porque, aunque es la forma más correcta de escribirlo, no es la más conocida; y en el primero o precedente, porque no me gustaría optar por un encabezonamiento que, en relación con el que tuvo la anterior entrada, pudiese resultar insistente y repetitivo. Sin embargo, esa es justamente mi intención y ese es precisamente mi propósito: realizar ciertas disquisiciones semánticas referentes a los términos “diestro” -derecho- y “siniestro”.

En el idioma inglés, la palabra “right” (derecha) está asociada con legalidad, comportamiento correcto, firmeza y principios morales elevados; así obtenemos: “rectitude”, “rectify”, “righteous”, e inclusive “Rights” (como en “Rights of Man”). Lo propio, y casi con idéntico significado encontramos en el español, con la palabra derecho, como en: rectitud, rectificar, correcto, Derechos (como en Derechos del Hombre). Similar sentido encontramos en la palabra diestro, para designar a quien usa la mano derecha, o es hábil para una determinada actividad. No deja de ser interesante que la palabra “ambidiestro” vendría a significar “que usa las dos manos”; aunque más exactamente: “que tiene dos manos derechas”.

Por el lado opuesto, tenemos en latín y en español, respectivamente, las palabras “sinister” y siniestro, para significar izquierdo; pero también para definir lo que es funesto, avieso o infeliz. En el ruso la palabra “nalevo” (налево) significa izquierdo, pero también furtivo, disimulado o subrepticio. En italiano el término para expresar izquierdo, o zurdo, es “mancino”, que además quiere decir falso, engañoso o solapado. En inglés la voz “left” (izquierdo) vendría del anglosajón “lyft”, que significaría débil, inútil o sin valor. Y así por ese orden…

Lo sorprendente es que “derecho”, en el sentido legal (lo que está de acuerdo con las normas de la sociedad) y “derecho” en el sentido de la lógica (lo que estaría opuesto a lo que consideramos erróneo) se repiten en gran cantidad de idiomas. He escuchado que el origen político de la palabra “derecha” vendría de la ubicación de los nobles en la corte con respecto a la posición del rey; en cambio que los radicales advenedizos -en ese tiempo, los capitalistas- eran los que estaban ubicados en las curules localizadas hacia la izquierda del monarca. Claro que no deja de tener su travieso significado que la ubicación de estos últimos haya derivado hacia la posición de la que fueron sus antagonistas…

En este sentido, hay también muchos ejemplos de la relación entre recto y derecho; en México, por ejemplo, dicen “derecho, derecho” para significar que uno debe seguir recto. En ruso, derecho se dice “pravo” (право), palabra análoga y relacionada con “pravda” (правда) que no quiere decir otra cosa que verdad o verdadero, y que viene a aportar a esta curiosa relación que en muchos idiomas tienen los términos derecho y verídico. El ganador del premio Pulitzer, Carl Sagan, se preguntaba alguna vez si no existiría alguna significación en el hecho de que en los idiomas latinos, germánicos y eslavos se escribía de izquierda a derecha; en tanto que en las lenguas semíticas se lo hacía de derecha a izquierda. Como curiosidad, en griego antiguo se escribía en forma “bostrófeda”, es decir en la forma “como ara el buey”: una línea hacia la derecha y otra hacia la izquierda.

Todo esto nos retrotrae al sentido jurídico de la palabra “derecho”, que consiste en el procedimiento o camino más directo que utiliza el individuo en los asuntos de la sociedad y del estado para tramitar sus gestiones públicas. Este camino “directo” no se concilia con el subterfugio o con la acción furtiva, con el artificio y el embeleco; lo que en lenguaje coloquial llamaríamos cabildeo o maniobra. Este camino “más directo” es justamente el derecho (del latín “directus” que quiere decir recto o directo; y a su vez, participio de “dirigere” que significa dirigir). Otro término latino, la palabra “jus”, quiere decir asimismo derecho; de él derivan los vocablos jurídico, judicial, jurisdiccional, jurisprudencia y juridicidad.

Por todo ello resulta harto contradictorio que alguien tilde a otro de siniestro, si su propia actitud es sinuosa, furtiva y encubierta; y si, con sus manoseos a la juridicidad, solo desvirtúa el derecho, y propicia la maniobra y la artimaña…

Quito, 21 de junio de 2012

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