“La ciudad de Quito es pueblo grande, cabeza de obispado, y donde reside una Audiencia Real; su comarca es fértil, así de trigo como de maíz y demás mantenimientos de la tierra... es abundantísima de todo género de ganados mayores y menores; dista de la línea equinoccial un tercio de grado, y con distar tan poco es muy fría y destemplada, lluviosa, que casi todos los meses poco o mucho llueve, y a su tiempo, que es desde diciembre a abril, es de muchas aguas, muchos truenos y rayos… ahora parece se han moderado los tiempos.”
“Fundaron la ciudad entre cuatro cerros; los de la parte del Septentrión son altos, los otros pequeños; dentro del mismo pueblo se da maíz y legumbres, muchas y muy buenas, duraznos, membrillos y manzanas, que no se pensó tal se dieran en ella. Hase aumentado mucho esta ciudad; reside en ella la Audiencia Real; tiene muchos indios en su comarca, y las tierras muy abundantes, los campos llenos de ganados mayores y menores, de donde hasta la ciudad de Los Reyes, que son más de trescientas leguas, traen ganado vacuno y aun carneros. Lo que han multiplicado yeguas y caballos parece no creedero.”
“Hay fundados en esta ciudad conventos de todas órdenes y un monasterio de monjas. Nuestros religiosos tienen provincial por sí, y los del glorioso San Francisco, divididos de esta provincia del Perú; los padres de San Agustín y Teatinos, sujetos a los provinciales de Los Reyes. El convento del seráfico San Francisco fue el primero, y la ciudad se fundó el día de San Francisco, por lo cual se llama San Francisco de Quito. Esta sagrada religión, como más antigua, comenzó a doctrinar a los naturales con mucha religión y cristiandad, donde yo conocí a algunos religiosos tales, y entre ellos al padre fray Francisco de Morales, fray Jodoco y fray Pedro Pintor. El sitio del convento es muy grande, en una plaza de una cuadra delante de él, a donde incorporado con el convento tenían ahora cuarenta y cuatro años un colegio así lo llamaban, donde enseñaban la doctrina a muchos indios de diferentes repartimientos, porque a la sazón no había tantos sacerdotes que en ellos pudiesen residir como ahora; además de enseñarles la doctrina les enseñaban también a leer, escribir, cantar, y tañer flautas...”
“Combaten a esta ciudad, y toda su comarca, grandes y violentos temblores de tierra, a causa de que la ciudad a la parte del Septentrión tiene uno o dos volcanes y el uno de ellos que casi siempre humea; toda aquella provincia tiene muchos y tantos que en lo restante del Perú no se ven sino cual o cual allí a cada paso. Los años pasados… salió tanta ceniza de este volcán cercano a la ciudad, que por algunos días no se veía el sol, y el pueblo, campos y pastos llenos de ceniza, por lo cual todos los ganados se venían a la ciudad a buscar comida bramando. Hiciéronse procesiones y de sangre; fue Nuestro Señor servido de proveer de algunos aguaceros que limpiaron la ceniza, y se descubrió la yerba para el ganado.”
“En este tiempo la ciudad era combatida de frecuentes temblores y muy recios de tal manera que pensaban ser las señales últimas del día del juicio; reventó este volcán y declinó a la Mar del Sur; arruinó algunos pueblos de indios y se los llevó el agua que salió de él, y porque por esta parte del Septentrión no dista muchas leguas el volcán de la Mar del Sur, hacía el paraje de Puerto Viejo, bahía de Caráquez y de San Mateo, alcanzó parte de esta ceniza, que el viento la llevaba, y en alta mar en el mismo paraje los navíos que en aquella sazón navegaban viniendo de Panamá a estos reinos, veían la claridad de la lumbre del volcán.”
“El edificio de la iglesia mayor es de adobe; la cubierta de madera muy bien labrada; la labró un religioso nuestro, fraile lego, de los buenos oficiales que había en España. En medio de la plaza hay labrada una fuente muy buena y de muy buena agua, y en la plaza de San Francisco otra; las casas para sus huertas no tienen necesidad de acequias; el cielo les da abundantes lluvias y a veces no las querrían tantas.”
Nota: Lo transcrito es tomado de la biblioteca virtual Miguel de Cervantes.
Quito, 20 de febrero de 2013

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