23 marzo 2017

Uvas, vinos y varietales

Nada tan sencillo como tomar una copa de vino. Nada tan complejo, sin embargo, en saber cómo plantar unos viñedos, cosechar unas uvas y tratar unos zumos para luego mezclarlos. Esto de combinar cepas, poco a poco se ha convertido en una ciencia, cuyos secretos ya no son del dominio exclusivo de unos pocos. Así, es inevitable tomar y saborear un buen vino y no hablar de sus componentes y de sus distintivas características.

Esto fue lo que nos pasó en un almuerzo entre amigos el otro día, cuando uno de los asistentes decidió brindar una botella de un delicioso Carmenere (se pronuncia Carmenier). No sé si muchos sepan que el Carmenere no es chileno en origen, está hecho con una uva que era muy utilizada en Burdeos y que es muy parecida a la del Merlot. De hecho, cuando yo iba a Chile la llamaban "Merlot Peumal". Lo que sucede es que hace ciento cincuenta años hubo Europa una plaga conocida como "phylloxera" que destruyó muchos viñedos, algunos de los cuales -por rara y feliz coincidencia- sobrevivieron en el Nuevo Mundo.

Por lo que me han contado, Carmenere viene de carmín y no se refiere ni al color del vino que produce, ni al color de la uva, sino al color que toman las hojas del viñedo antes de que la uva se encuentre lista para la cosecha. Es probable que su nombre original sea "Vidure" y que tampoco sea originaria del sur-occidente francés -la zona de Bordeaux-, sino que ya desde tiempo de los romanos parece que se la encontraba como una variedad autóctona en la península ibérica. Sin embargo, el Carmenere fue desde siempre una de las seis cepas utilizadas para los vinos de Bordeaux, siendo los otros: el Merlot, el Cabernet Sauvignon, el Cabernet Franc, el Petit Verdot y el Malbec.

Yo tiendo a asociar al Carmenere con Chile y al Malbec con los mejores vinos argentinos. Es más, a veces los confundo porque ambos son frutosos, en color son similares y ambos son bajos en taninos, no tienen la astringencia característica del Cabernet Sauvignon. Cuando digo que asocio el Malbec con los mejores argentinos, no digo que sea superior a otras variedades, pero creo que el Malbec argentino parece no tener competencia ni comparación.

Cuando decimos que un vino es Malbec, Merlot o Carmenere, no estamos diciendo que se haya utilizado ese tipo de uva exclusivamente. Dependiendo de la forma de certificación de cada país (o región, en algunos casos) decir que un vino es Pinot Noir o Chardonnay, por ejemplo, sólo quiere decir que su preponderancia supera un cierto porcentaje, a menos que la etiqueta anuncie que está elaborado sólo con uvas de una determinada variedad. Hay vinos, como los del sur-oriente francés (Cote du Rhone) donde, según he leído, se utilizan hasta dieciséis variedades distintas, aunque se privilegie el uso mínimo de alguno en forma particular. Ejemplo: se prefiere el Granache (Garnacha) para elaborar el Chateauneuf-du-Pape.

En Europa, por lo general, se mezclan algunas, y diferentes, variedades de uva, más específicamente: los caldos que se han elaborado. Este es un concepto utilizado para mejorar no sólo el sabor, sino para satisfacer las preferencias del consumidor (en esto consiste la comercialización). En el Nuevo Mundo (Argentina, Chile, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica) es más frecuente utilizar "varietales", es decir sólo la misma uva o la misma variedad cosechada en zonas o plantaciones ("states") distintas.

El Cabernet Sauvignon y el Merlot constituyen las variedades para vino tinto más utilizadas en el mundo, así como el Sauvignon Blanc y el Chardonnay lo son para la elaboración del vino blanco. Hay ciertas variedades que se emplean con preferencia en ciertos países; es el caso del Tempranillo o del Garnacha en España; del Sangiovese, el Nebbiolo o el Primitivo (Zinfadel) en Italia, el Shiraz en Australia, el Malbec en Argentina, y por ese orden...

La forma de la botella puede ser también una manera -aunque no definitiva- de identificar un tipo determinado de varietal. En Francia, por ejemplo, una botella de vino con cuello identifica a los vinos típicos de Bordeaux (Cabernet, Merlot, Sauvignon Blanc); mientras que una botella de perfil oblicuo (sin cuello) se asocia con los vinos de Burgundy (Borgoña) como son el Pinot Noir, el Beaujolais o el Chardonnay. Pero, no hay que dejarse confundir por la botella; para muestra de ejemplo, un sensacional vino del Penedés, el Mas La Plana, se disfraza de Borgoña pero es un inconfundible Cabernet Sauvignon.

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