Una historia de la aviación nacional – Parte V
En junio de 1958 se constituyó una nueva empresa aérea denominada Línea Internacional Aérea LIA, en la cual el Capitán Everett E. Jones contaba con el 20 % de las acciones. Sorpresivamente, LIA fue designada como aerolínea de bandera y también podría explotar los servicios internacionales desde Ecuador. Inicialmente operó entre Guayaquil y Galápagos con aviones Curtiss C-46. Posteriormente adquirió un avión gigantesco, un Boeing 377 Stratocruiser de dos pisos, que había pertenecido a la Pan American Airways y lo puso al servicio de la principal ruta del país, entre Quito y Guayaquil, causando gran curiosidad entre los usuarios nacionales.
Con respecto al Boeing Stratocruiser de la Linea Internacional Aérea, LIA, el avión llevaba dos matriculas simultáneamente (HC-AFS y HC-AGA) y se conoce que operó varios vuelos internacionales a Panamá y Miami. Sin embargo, la autoridad aeronáutica de los Estados Unidos le negó la autorización para los vuelos regulares a ese país, y se conoce también que el capitán Everett había tenido problemas judiciales en Venezuela, donde era vice-presidente de la aerolínea RANSA. El Stratocruiser, fue abandonado en la Base Aérea Simón Bolívar en Guayaquil en 1963 y la aerolínea dejó de operar desde ese entonces.
Air France también operó al Ecuador a partir del 13 de marzo de 1958, realizaba dos vuelos semanales que llegaban desde Paris, Lisboa, Santa María (Azores), Fort de France, Caracas y Bogotá. El vuelo llegaba a Quito y continuaba luego a Lima. La decisión de Air France de cubrir esta ruta de más de 10.000 kilómetros, que se conoció como la “Ruta de la Empresa y los Empresarios”, obedeció al creciente interés y a la labor de numerosas compañías francesas que se desarrollaban en esta región de América del Sur. Se utilizaba para estos servicios el modernísimo Lockheed Super Constellation con capacidad para 60 pasajeros en configuración de lujo.
Otra vez AREA
Por esos mismos años, AREA adquirió un Douglas DC-4 de Northwest Airlines, en 1961, para asumir nuevamente los vuelos internacionales y consiguió la autorización del gobierno para reiniciar sus operaciones. Más adelante, AREA adquirió, en junio de 1964, tres aviones Douglas DC-7B de Continental Airlines, para hacerle competencia a Ecuatoriana de Aviación y retomó el servicio a Miami vía Bogotá y Panamá, además de anunciar un plan de expansión a nivel internacional y vuelos a Europa (Quito-Manaos-Belem-Dakar-Casablanca-Madrid) con la adquisición de equipos jet.
La Línea Aérea Militar
El Capitán Luis Ortega Jaramillo presentó como tesis de grado para ascender a mayor, un estudio para crear una línea aérea militar. El Teniente Coronel Guillermo Freile Posso, Comandante General de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, autorizó y delegó el proyecto al Alto Mando para organizar una empresa estatal de transporte aéreo, como una entidad del sector público y adscrita a la Fuerza Aérea Ecuatoriana, con autonomía administrativa y financiera.
El mismo Coronel Freile Posso, ya como miembro de la Junta Militar de Gobierno, apoyó el proyecto y fue así como el 17 de diciembre de 1962 se creó, mediante decreto, una división de transporte de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, la que se denominó Transporte Aéreo Militar Ecuatoriano, TAME. Se iniciaron las operaciones con dos aviones Douglas C-47, los cuales fueron acondicionados para el transporte de pasajeros y se comenzó a volar desde Quito a Tulcán, Esmeraldas, Manta, Latacunga, Ambato, Riobamba, Cuenca, Loja, Machala y Guayaquil, para incluir en breve servicios a las más remotas comunidades en las provincias orientales como Pastaza, Sucúa y Tena.
Para comienzos de 1963 se terminó de construir la Base Aérea de Baltra, en las islas Galápagos, y el 6 de junio, de ese mismo año, TAME inauguró sus servicios regulares a las islas con el beneplácito de la comunidad. En septiembre de 1964 y en marzo de 1965 llegaron los primeros dos tetra-reactores Douglas DC-6B, equipados con radar, los cuales fueron utilizados en las rutas de mayor demanda en el interior del país. En los años siguientes, TAME contaría con un total de seis unidades de estos confiables aviones.
* Autor: Jaime Escobar Corradine, Academia Colombiana de Historia Aérea. Con mi edición.

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