13 septiembre 2022

Una gira truncada

Enrique Santos Discépolo, un morocho porteño, autor de famosos tangos como Cambalache, Yira Yira o Malevaje, es quien habría dicho aquella frase inmortal que define al celebrado ritmo: “El tango es un pensamiento triste que se baila”. Pero el tango no siempre se cantó y quien empezó a ponerle letras y a convertirlo en canción (el tango-canción) fue un extraordinario cantor, nacionalizado argentino, apodado el “Morocho del Abasto” o el “Zorzal criollo”, su nombre era Charles Romuald Gardés o, si prefieren, Carlos (o Carlitos) Gardel.

 

Gardel habría nacido en Francia o pudiera ser uruguayo. Lo único cierto es que, por un misterioso motivo, él mismo tuvo mucho cuidado de no mencionar su origen. Lo importante, sin embargo, no es dónde mismo nació, ni en qué año (también hay inconsistencias en este sentido), sino porqué es que nunca fue claro él mismo. Lo más seguro es que quiso proteger algún asunto de tipo familiar para evitar incomodar (o perjudicar) a su madre o a la mujer que estuvo a cargo de sus primeros años y que se preocupó, por lo mismo, de su atención, formación y cuidado.

 

Según la versión francesa”, Gardel habría nacido en Toulouse el 11 de diciembre de 1890, de padre desconocido y en el hospital de La Grave; su nombre sería Charles Romuald Gardès, apellido que más tarde españolizó como Gardel. Según esta posibilidad, sería hijo de Berthè Gardès, dueña del apellido original de quien pudo haber sido bien sea su madre, su madre adoptiva o su eventual madrastra. En contra de esta teoría existirían varios documentos y un asunto adicional: cuando sucedió el accidente de Medellín, donde falleció Carlos Gardel, se habría encontrado un pasaporte uruguayo en el que Gardel constaba como nacido en Tacuarembó, en 1883.

 

De acuerdo a la interpretación uruguaya, el autor de El día que me quieras, Volver o Por una cabeza, habría nacido en Tacuarembó, ciudad ubicada unos 300 kilómetros al norte de Montevideo, entre 1883 y 1887 (existen fotografías escolares de Gardel que lo respaldan). Habría sido hijo ilegítimo de un coronel uruguayo y puesto al cuidado de una sirvienta de nacionalidad francesa. El cambio del año de nacimiento se habría producido para ubicar al cantante dentro de un margen de edad (aparentar una mayor edad), lo cual le hubiera liberado de tener que prestar servicios militares en el lado francés durante la Primera Guerra Mundial.

 

Cualquiera que fuese la versión verdadera, el iniciador del “tango canción”, habría vivido con su madre, o con quien hizo sus veces, desde muy chico en un conventillo de Buenos Aires (un conventillo es una casa donde viven hacinadas varias familias). Más tarde habría formado un dúo inicial con otro intérprete de nombre José Razzano. Esta pareja artística se habría mantenido como tal desde 1915 hasta 1925. Este tipo de tango, la melodía cantada, habría surgido como una suerte de lamento, como una melodía nostálgica. Se sabe que sería por esos años cuando Gardès se habría nacionalizado argentino, haciendo honor al país que fue testigo de su infancia y de su desarrollo artístico.

 

Respecto a su personalidad se sabe que era muy meticuloso con su acicalamiento, que siempre procuraba vestir y parecer como miembro de las clases altas; de cabello siempre engominado, dicen que “los hombres lo admiraban y las mujeres lo adoraban”. De acuerdo a la plataforma virtual Biografías y Vidas, “Gardel fue en la intimidad un hombre tortuoso, retraído y contemplativo, atenazado por una oscura tristeza y víctima fácil del abatimiento. En cuanto a su vida sentimental, confesaría que nunca se había enamorado de mujer alguna, porque todas valen la pena de enamorarse y darle exclusividad a una es hacerles una ofensa a las otras

 

Su muerte no escapó tampoco a ese aire de leyenda (hay quienes creen que habría sobrevivido a la tragedia y que su rostro se habría desfigurado). Falleció en Medellín en un accidente aéreo ocurrido durante el despegue; hubo 17 fallecidos. Era un vuelo de la empresa SACO (Servicio Aéreo Colombiano) que se dirigía a Cali y que se había iniciado en Bogotá; era un Ford trimotor. Las reseñas mencionan F-31 como el modelo del avión; lo más seguro es que sea su número de matrícula, pues no existe ninguna versión del “Tin Goose” (o “Ganso de Hojalata”) con ese nombre. Un modelo parecido, el Junkers– 52, voló para la Fuerza Aérea y para varias aerolíneas hasta los años 60 en el Ecuador.

 

Lo más probable es que tuvo una falla de motor que le hizo perder el control direccional. Se estrelló contra un avión de SCADTA (hoy AVIANCA) que también se preparaba para despegar. Eran tiempos que todavía se volaba sin copiloto y se recibía un entrenamiento muy precario, lo cual impedía volar estas aeronaves con mayor seguridad.


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